lunes, 30 de abril de 2012

Los animales

[30/4/2002]

Los animales querían encontrar alguna manera de ganar plata. Para qué, no se sabe, pero eso querían.

—¿Vos qué sabés hacer? —preguntó el ñandú.

—¿Yo? Volar —dijo la cotorrita, orgullosa.

—¿Llevás pasajeros?

—No, eso no.

—Entonces no sirve.

El ñandú se volvió hacia el tapir:

—¿Vos qué sabés hacer?

—Sólo sé que no sé nada.

—Ah, no. Con la filosofía no se vive.

Como en el monte había inmigrantes, llegó una jirafa que frenó a los tumbos.

—Yo sé comer hojas de los árboles —dijo con el aliento entrecortado.

—Y yo —dijo un elefante que llegaba por el otro lado— sé arrancar árboles enteros.

—Y yo los corto —aclaró un castor desde mucho más abajo.

—No, no, no —los censuró el ñandú—. Nada de eso da plata, me parece. Hay que buscar algo más seguro.

El mono, el piojo, la vizcacha, el rinoceronte, el tigre, todos dejaron sus cosas de lado (incluso las ganas que algunos tenían de comerse a los otros) y se pusieron a pensar. Pero lo que cada uno sabía hacer no era nada que diera plata.

—Monerías —dijo el mono.

—Mordiscones —dijo el tigre.

—Morisquetas —dijo la vizcacha, por seguir el tono, porque no conocía el significado de la palabra. Sólo se la había oído decir a alguien.

—Es inútil —interrumpió el ñandú, que de algún modo había empezado como jefe y ahora seguía, aunque nadie le hubiera dado el visto bueno—. Cada uno por su cuenta no va a ir muy lejos.

—¿Y si pensamos en algo que sepamos hacer entre todos? —propuso el conejo, que aún no había explicado su habilidad pero ya todos se la imaginaban.

Le hicieron caso. Pensaron y pensaron, un día entero y una noche, y la mitad del día siguiente. Y al final descubrieron lo que podían hacer entre todos. Lo hiceron, y ganaron un montón de plata.

Pusieron un zoológico.

[30/4/2012]

En su momento no lo dije, fue una especie de secreto conmigo mismo. Este cuento era una parodia y, como la mayoría de las parodias, un homenaje a Gustavo Roldán. Están sus personajes, aunque por supuesto que no actúan del mismo modo.

Ahora, diez años después, resulta que justo este mismo mes, hace hoy veintisiete días, Gustavo Roldán falleció a los 76 años. De manera que esta vez sí, lo digo: un homenaje, a su memoria.

(En otro orden de cosas, me intriga saber si mucha gente pensará como Mimi Valenzuela, quien dejó el primer comentario para el cuento en enero de 2003. Está acá abajo.)

domingo, 29 de abril de 2012

Funciona

[29/4/2002]

Mi computadora, de momento, funciona. La apagué durante media hora, el tiempo suficiente para que algo que estaba muy enojado se calmara un poco (o para que algo que se había recalentado se enfriara), y ahora hace dos horas que anda sin colgarse. Toco plástico (lo de tocar madera parece antiguo, y además plástico es casi todo lo que me rodea). Y trato de decidirme a encarar el trabajo, pese a todo.

[29/4/2012]

Esto fue continuación del post del día anterior en el que contaba que mi computadora se colgaba todo el tiempo.

¿Qué son estas cosas?

[29/4/2002]

¿Qué son estas cosas? (Todas reproducidas literalmente)
  • A very powful tool
  • Todos los derechos reservados
  • How are you
  • W32.Klez.E removal tools
  • Scrolling
  • De UOL International
  • Questionnaire
  • Tu Signo
  • LANGUAGE
  • Darling
  • Re:introduction on ADSL
  • Fw:boletin,spice girls' vocal concert
  • So cool a flash,enjoy it
Respuesta: los diferentes "asuntos" ("subjects") de los emails con virus que recibí esta mañana, entre las 10.51 y las 11.47 (algunos llegaron más de una vez).

[29/4/2012]

Gracias, oh gracias a los filtros antispam que se desarrollaron en estos años y que nos salvan de ver cosas así.

Cómo tratar el texto en la Web

[29/4/2002]

Un artículo sobre cómo tratar el texto al diseñar un website: "That Darned Content: Hey, Wait! That's What It's All About", por Wendy Peck. Por fin vuelvo a encontrar una referencia creíble al respecto, con mucha información en un mismo sitio. No estoy de acuerdo con todo, pero toca algunos temas (como el ancho de columna) que vengo discutiendo con cada persona con la que hablo del asunto. Y está bien escrito, tiene ejemplos a la vista, convence. (Vía Online-Writing list.)

[29/4/2012]

El tiempo pasa, la Web cambia, pero hay cosas que se mantienen. "Text is up first, of course. Although graphics probably take us more time to create than any other element on the page, when it comes to why the page exists in the first place, text is almost always the reason. Unless you are producing an art site, visitors will not be arriving unless they expect to read something."

El link vale (lo que suma a la credibilidad de la autora). La Online-Writing list no.

Luces verdes que titilan

[29/4/2002]

Cada uno lleva en la cintura una luz verde que titila. Mientras la gente baila en la semioscuridad, con la música a todo volumen, las lucecitas verdes forman su propia danza, un tejido de movimientos entrecortados, cruces, giros, sí, no, sí, no, tal vez. Y con cada lucecita hay un celular que envía y recibe ondas invisibles, la posibilidad continua de una comunicación, algo que decir y algo que oír. O no: cada luz verde puede ser sólo el anuncio de sí misma, una entidad con la única función de decir "aquí estoy", "aquí estoy", "aquí estoy". Una vez por segundo.

Todo está lleno de ondas, no sólo las celulares. Para empezar, la propia música, intensa, con esos bajos de DJ que intentan ponerle ritmo al corazón. Luego la mirada de los bailarines, un juego de fintas y contrafintas, un ejercicio de olas que se acercan a las playas de otros ojos y vuelven a alejarse, un mirar y ser mirado a veces tímido, a veces insolente, un juego de espejos invisibles. Siguen las ondas de la iluminación, lámparas que giran, colores primarios sobre la ropa también ondulante. Y más adentro, en lo profundo, donde ya no puedo percibir, hay ondas de radio, rayos cósmicos, otras danzas más veloces y complejas, otros modos de mirar y ser mirados por parte de cosas que ni pueden ver ni permiten ser vistas.

Y si hay un celular que suena, ¿cómo van a oírlo, en esta falta de espacio, en esta saturación? Está demasiado lleno de cosas que vibran. Sentado en un sillón, agarrándome el estómago, no alcanzo a hacer la suma completa. Necesito un poco de espacio, ahora mismo. Cerca de mí hay una ventana abierta, por la que de pronto entra una onda inversa a todo el resto: una ráfaga de aire fresco. Aire limpio. Aspiro hondo, dejando que una corriente de dilatación, otra onda pero ahora expansiva, recorra mi interior. No es que algo cambie en realidad, pero se reduce un poco el nivel de angustia.

[29/4/2012]

Me acuerdo bien de esa noche. Era un cumpleaños en casa de amigos, que habían contratado DJ, luces y todo, justamente, para que la fiesta fuera memorable. Lo que no puedo creer, de ninguna manera, es que ya hayan pasado diez años.

Ahora es raro pensar que todos los celulares tengan una luz verde que titila. Ya no es así. Pero era, diez años atrás.

Tecnología tirana

[29/4/2002]

Comforts of Home Yield to Tyranny of Digital Gizmos (New York Times). "Of all the forces that permeate daily life, perhaps nothing has become more of a tyranny than the bits and pieces of technology that are meant to help one get through the day more easily, but instead are a source of frustration." Un artículo brillante (vía Tomalak's Realm).

[29/4/2012]

El link del New York Times, que sigue vigente, lleva a una versión del artículo dividida en cuatro páginas. Como ahora el NYT limita a diez los artículos que se puede leer gratis en un mes, acá va un link al artículo en una sola página. (Es un poco más complicado: si uno llega al NYT desde el link de un blog, puede leer la página, pero al pasar a la siguiente la cuenta sube; me acaba de pasar, y ya tengo los diez artículos del mes leídos. El link a todo en una página vale para quien quiera ir sin que aumente su cuenta de artículos leídos.)

Tomalak's Realm: no da error, pero tampoco hay nada.

sábado, 28 de abril de 2012

Mi computadora se cuelga

[28/4/2002]

Mi computadora se cuelga todo el tiempo. Pensé que era un problema de software y me lancé a una reinstalación desde cero. Pero no, es de hardware. Así que ahora llegué a duras penas a reinstalar Windows 98, la conexión a Internet, el antivirus (con su correspondiente actualización vía Internet) y el programa de email. En ese orden, ¿no es notable?

Cada sesión entre colgaduras dura de cinco a veinte minutos. Mañana voy a llamar a un técnico, mientras sufro trabajando de a ratos. Es como estar bajo el agua, con una oportunidad de vez en cuando para subir a respirar. Qué porquería depender tanto de un aparato tan complejo y poco confiable.

[28/4/2012]

Lo notable del orden en que instalé el software era poner Internet tan al frente. Hasta poco antes, instalaba las herramientas de trabajo local: Office 95, Photoshop 4, PageMaker 6, CorelDraw 7, Visual Basic 5 (todos estos programas ya eran viejos, pero todos eran originales, comprados en negocios reales con vidrieras a la calle).

Además, Windows 98...

Con el tiempo, este post se convirtió en uno de los más comentados de la Mágica Web. Mucha gente lo tomó como un foro donde preguntar qué hacer cuándo se le colgaba la computadora. En algún caso, alguien se asomó para responder. Al momento de escribir esto hay 75 comentarios. No sé si vendrán más por acá. En el original de la Mágica Web los cerré.

viernes, 27 de abril de 2012

Viaje al centro

[27/4/2002]

Estaba sentada frente a mí, con las piernas cruzadas. La pierna de arriba le daba patadas rítmicas al aire, como tratando de librarse de algo que iba y venía, iba y venía. Patadas enérgicas, un poco sorprendentes en alguien que por lo demás estaba en calma, miraba hacia ninguna parte y no tenía enemigos a la vista. En la punta de la patada había una mezcla de zapato y zapatilla, cuero negro con dos rayas blancas al costado, sin suela, con cordón. La parte de atrás, sobre el talón, era muy baja, así que a cada momento parecía que el zapato iba a salir despedido, y entonces iba a venir a parar más o menos a mis manos, juro que inocentes.

Tenía más de dieciocho años y probablemente menos de treinta y cinco, y ese tipo de labio superior que es grueso a los costados (pensar en Michelle Pfeiffer). Clavado en el lado izquierdo de la nariz llevaba una especie de botoncito plateado, del tipo que siempre me hace considerar si con algo así no se dificulta el sonarse los mocos. El pelo era apenas asimétrico: raya dos centímetros a la izquierda del centro, luego caída a dos aguas. Llevaba un pantalón negro barato, una campera verde de tela afelpada cara, una bolsa de tela azul y una bolsa de plástico rojo. En las manos, cruzadas sobre la bolsa de plástico, cinco anillos: cuatro plateados, uno negro. Un dedo de luto.

Estábamos en el subte, línea D, rumbo al centro. Los vagones eran raros, nuevos, nunca los había visto. Tuve la sensación nada desagradable de estar en otra ciudad. Me imaginé que de pronto la gente se ponía a hablar en otro idioma, y entonces la sensación decayó en algo un poco depresivo. Pero nadie hablaba. Eran las doce del mediodía, o mejor dicho un poco antes de las doce a la hora de las patadas, un poco después de las doce cuando la pateadora bajó en Facultad de Medicina o en Callao. Yo seguí hasta Tribunales.

(...)

Vi la tapa de Página/12 en un kiosco: "LAS DOS CLAVES DE LA VAGINA" Qué raro, pensé, medio distraído: había leído Página/12 más temprano, y recordaría un título así. Entonces lo vi de nuevo. No decía "LA VAGINA". Decía "LAVAGNA". Lavagna es el nuevo ministro de economía, lo anoto ahora por si en unos días lo llego a olvidar.

(...)

Los sábados al mediodía, sobre la avenida Corrientes, se puede comprar libros usados o de saldo, revistas, diarios. También se puede comprar golosinas, cigarrillos. Se puede ir a un bar, comer algo. Se puede mirar los grandes carteles de los teatros y, al menos en uno de ellos, sacar entradas. Una birome se puede comprar, también; yo compré una. Y nada más. El resto de los negocios está cerrado. Buscaba un anotador, o una libretita, porque tenía la urgencia de escribir un par de cosas: algo nuevo en mí, un paso más en este relanzamiento como escritor que empecé un par de meses atrás. Pero los sábados al mediodía, sobre Corrientes, está prohibido escribir; sólo se puede leer.

Con la nueva birome en el bolsillo fui al bar Ramos, donde me iba a encontrar con mi cliente. Mi cliente siempre llega tarde, de manera que ya me imaginaba escribiendo en las servilletas del bar mientras lo esperaba: desplegando una, apoyándola junto al café, escribiendo exactamente esto y esto otro (lo de la tapa de Página/12, por ejemplo; lo del dedo de luto). Así que fue una decepción verlo ahí: había llegado antes que yo. Me las arreglé para sonreír, saludarlo, sentarme, y de pronto ya había pasado el deseo de escribir. Me había puesto el sombrero de hombre de negocios.

(...)

Tengo trabajo: un montón de revistas de crucigramas, avanzando de a cuatro en fondo, a la velocidad tremenda que impone el calendario.

(...)

Después de la entrevista caminé de más, todavía buscando un anotador o una libretita para usar en el subte de vuelta. Así llegué por Corrientes hasta Libertad, y luego por Libertad hasta Lavalle. Durante los fines de semana esa entrada de la estación está cerrada. Tuve que seguir unos metros más y luego atravesar la plaza hacia Talcahuano. Eso me permitió ver algo que valía la pena:

Están arreglando algo en el techo del Palacio de Tribunales. A ambos lados de la entrada principal, sobre Talcahuano, donde las subidas y bajadas del edificio alcanzan su punto más alto, hay unos paneles métálicos que ocultan lo que se hace atrás. Por encima de los paneles del lado derecho, vistos desde la calle Libertad, asoman dos círculos idénticos a las orejas de Mickey Mouse.

(...)

Abajo, en el andén, todos los negocios estaban cerrados. Uno de ellos, de CTI Móvil, tenía un cartel pegado en el vidrio de la puerta: sobre una hoja blanca, en la tipografía torpe de quienes usan PC para sus carteles pero no se ocupan del diseño, decía "BIENVENIDOS". Adentro, un par de estantes, unas cajas vacías, algo parecido a un calefón.

Cerca del extremo del andén, una mujer tenía una pila de libros escolares. Después iba a comprobar mi sospecha: que los vendía a un peso en el subte. Los había apoyado en un tacho de basura, y estaba pasando las páginas del de arriba. Es sorprendente esa relación diferente que tienen con la basura quienes seguro que la han recorrido en busca de algo aprovechable. El tacho era un sitio perfecto donde apoyar los libros; la suma de alturas del propio tacho más la pila de papel hacia que el libro de arriba quedase, en relación con los ojos de la mujer, como algo apoyado en un escritorio queda en relación con quien se sienta a leer. La mujer era bastante baja. A mí, la misma combinación me habría producido dolor de cintura, como lavar los platos.

El subte vino bastante lleno, pero así y todo conseguí sentarme. Había otra mujer enfrente, muy delgada, mayor de treinta y probablemente menor de cuarenta y cinco. Tenía las manos apretadas entre las piernas flacas, y los labios muy cerrados, muy tensos, tanto que los músculos de la mitad inferior de la cara formaban un bajorrelieve complicado. No sé si trataba de evitar la entrada de algo o la salida. Los ojos se movían con rapidez, de acá para allá, casi sacudiendo a su paso el flequillo disperso que llegaba a la mitad de la frente.

Yo venía pensando en los crucigramas, así que el viaje se hizo corto. Bajé en Juramento, saliendo hacia atrás para usar la escalera mecánica. Algunas cosas han cambiado en esa cuadra: los precios de los CDs grabables, por ejemplo, que están al doble; y Tower Records, que se convirtió en algo así como la embajada de Marte, un sitio donde ya no hay motivos para entrar y donde se habla de cosas que uno ya no entiende y en las que no tiene interés.

A la vuelta también hay cambios; Free World, el tenedor libre, puso en la vidriera otro de esos carteles de aficionado a la ink-jet, con una leyenda que me pregunto si tendría sentido en algún otro país del mundo: "EN REPUDIO AL FERIADO BANCARIO Y A LA POLÍTICA DEL GOBIERNO, 2 X 1." Eso sí, hay que descartar cualquier connotación sangrienta del "2 X 1", cualquier amenaza posible. Se refiere a la cantidad de personas que pueden comer pagando una sola tarifa.

[27/4/2012]

A esta altura, la Mágica Web ya no era como había empezado dos meses y medio antes. Ahora era "este relanzamiento como escritor que empecé un par de meses atrás". De ahí en más: muy pocos links, mucha escritura.

Acababa de asumir Roberto Lavagna como ministro de economía. Era un desconocido, y con la situación de entonces no se me hubiera ocurrido pensar que duraría años en el puesto. La confusión al leer la tapa de Página/12 fue real, como todo lo que conté en este relato. Acá está el diario en cuestión.

La cosa de los crucigramas no prosperó.

Tower Records, por supuesto, cerró un tiempo después. También Free World.

jueves, 26 de abril de 2012

Mudando "MágicaWeb"

[26/4/2002]

Estoy mudando MágicaWeb de un servidor a otro. El viejo está en California. El nuevo, en Buenos Aires. La mudanza se propaga de a poco a lo largo y a lo ancho de Internet, y mientras ocurre se producen situaciones insólitas. Una es que en este preciso momento Blogger (el proveedor del servicio que hace posible este weblog), situado en California, ya tiene acceso al servidor de Buenos Aires. Y yo, que estoy en Buenos Aires, todavía veo el servidor de California.

[26/4/2002]

Con "MágicaWeb" me refería al dominio magicaweb.com, donde ponía contenidos más "estructurados", por usar alguna palabra, que en el blog. El blog seguía en Blogger, como ciudadano de segunda clase. Esto cambiaría pronto... (Suspenso hasta el próximo episodio.)

miércoles, 25 de abril de 2012

El viajero del tiempo - Capítulo 2

[25/4/2002]

El viajero del tiempo llega al mundo del futuro.
Hoy: Cohetes y robots


Los cohetes eran rojos, azules, verdes, amarillos, colores brillantes a la luz del sol implacable de la Luna, recortados contra el fondo negro del espacio, quietos contra el telón movedizo de las estrellas. En posición vertical, tenían forma de botella de Coca-Cola, pero terminaban en punta: como una mezcla de botella y jeringa. Se apoyaban en tres patas, tres paralelogramos que en el espacio actuaban como aletas. Una escalerilla llevaba a la claraboya circular, en medio del ensanchamiento de arriba.

—Ahí vienen —dijo en mi oído el director del espaciopuerto, o mejor, su voz en mis auriculares. Ambos, aunque refugiados en la cúpula, estábamos enfundados en trajes espaciales, porque eran tiempos de emergencia.

—¡Son cientos! —agregó la doctora Liz Biz, de pie junto a mí en su seductor traje de color rosa.

Ante el aviso miré con más atención. Era verdad. Entre los cohetes, un hormigueo de formas metálicas avanzaba hacia nosotros: los robots rebeldes.

—Oigan —dijo el director, y movió un dial en el aparato que llevaba en las manos.

De inmediato, el estruendo me llenó la cabeza hasta marearme. Eran gritos de voces en cinta magnética, voces de máquina:

—¡Muerte a los humanos! ¡Libertad a las máquinas! —decían, o intentaban decir en su ineficaz imitación de las palabras. En tanto, los robots se acercaron hasta el punto en que pude distinguir el brillo enloquecido de los cerebros electrónicos dentro de su pecho de metal transparente, el agitarse de extremidades con forma de martillo, de pinza, de destornillador, de rayo láser.

La doctora Liz Biz se apoyó en mi costado y me tomó el brazo, tal vez buscando protección.

El director bajó el volumen de las voces robóticas.

—Debemos retroceder —dijo, mientras hacía señales al pelotón de hombres que, también en sus trajes espaciales, formaba fila a nuestras espaldas.

Pero no llegamos a obedecerle. Ante nuestros ojos, el hormigueo de robots se detuvo. El ruido de casi-voces declinó hasta el borde del silencio. Y una grieta gigantesca se abrió en medio del espaciopuerto, entre ellos y nosotros. Por la grieta surgió un tentáculo verdoso que se agitó como un látigo y envió por el aire media docena de robots de la primera línea.

Nos quedamos inmóviles, la capacidad de reacción superada por la sorpresa. Tras el primer tentáculo apareció otro, y luego otro más, y otro, y otro. Y entre los tentáculos, una cabeza de pesadilla, una masa de gelatina envuelta en burbujas, un pico de pato monstruoso, ojos saltones inyectados en sangre. El monstruo alienígena terminó de extraer los tentáculos del subsuelo y con ellos barrió todos los robots y la mayor parte de los cohetes. El director del espaciopuerto, sus hombres, la doctora Liz Biz y yo retrocedíamos lentamente, con las bocas abiertas por el asombro.

—Menos mal que está de nuestro lado —dijo alguien, tartamudeando, en los auriculares.

Grave error. Terminada la tarea con los robots, el monstruo giró su odio inhumano hacia nosotros. Un brillo de satisfacción le recorrió las burbujas más repugnantes, mientras iniciaba su avance hacia la cúpula. Sin previo aviso, el tentáculo de adelante se extendió, atravesó la cúpula haciendo un agujero en el vidrio blindado, y con un movimiento rápido rodeó el cuerpo de la doctora Liz Biz y la elevó por los aires.

—¡Socorro! —gritó la doctora Liz Biz. El tentáculo la balanceaba a un par de metros por sobre nuestras cabezas.

Echamos mano a las armas y disparamos contra el monstruo, pero era inútil. Los rayos rebotaban contra una especie de coraza que, ahora lo veíamos, cubría su infecto organismo.

La desesperación se estaba apoderando de nosotros, cuando ocurrió otro suceso imprevisto: un rayo, una luz cegadora que provenía del espacio apareció por la izquierda y rápidamente se situó encima del monstruo. Cuando se redujo la intensidad, pudimos ver que se trataba de una espacionave en forma de flecha, dorada y escarlata, brillante como un sol.

—¡El capitán Scary Scarlet! —anunció el director del espaciopuerto, con voz triunfal.

Aprovechando la distracción del monstruo, que había girado sus ojos hacia la nave del capitán Scary Scarlet, corrimos a resguardarnos tras una mampara. El capitán Scary Scarlet no perdió la oportunidad: una serie de rayos blancos, que dibujaban un cono, partió de la espacionave y rodeó al alienígena, atrapándolo en su interior. Un último rayo zigzagueante partió en dos el tentáculo que retenía a la doctora Liz Biz, quien cayó al suelo. Corrí a buscarla y la ayudé a protegerse con los demás.

Por último, un campo de fuerza violáceo descendió de la espacionave de Scary Scarlet, atrapó al alienígena y lo elevó unos metros por encima de la cúpula. Sin soltar su presa, la espacionave emprendió vuelo otra vez y desapareció más allá del horizonte.

Ahora sí, creímos estar a salvo. Suspiramos aliviados. La doctora Liz Biz, ahogando los últimos sollozos, me abrazó. Nuestros cascos entraron en contacto. Aprovechando esa repentina intimidad, en que el sonido podía transmitirse directamente de casco a casco, la doctora Liz Biz desconectó su equipo de radio y me habló.

—Debo confesarle algo —dijo, y se ruborizó intensamente mientras bajaba los ojos—. Soy una mujer casada.

(Continuará.)

[25/4/2012]

Como ya aclaré antes, esto no tiene relación con mi novela El viajero del tiempo llega al mundo del futuro, que acaba de aparecer en la Feria del Libro de Buenos Aires. El título me quedó grabado, siempre quise hacer algo, y finalmente, el año pasado, lo usé.

El gato y el árbol

[25/4/2002]

Las fábulas de Gimenez.
Hoy: El gato y el árbol


Una vez un gato entró en pánico, por motivos reales o no, y como suelen hacer los gatos corrió a treparse a un árbol. Llegó muy alto antes de mirar atrás, llegó donde el peligro seguramente no tenía derecho a perseguirlo.

Una vez ahí se detuvo y, en equilibrio sobre una rama angosta, consideró el siguiente problema: cómo iba a bajar. Estiró una pata hacia el tronco, lo acarició varias veces y comprobó que por ese lado estaba condenado a resbalar y caer. Dio media vuelta. Avanzó unos pasos por la rama, una pata por vez, suavemente, hasta asegurarse de que la rama no llevaba a ningún lado. Entonces retrocedió, muy lentamente, usando las uñas para aferrarse, hasta llegar de nuevo junto al tronco. Ahí se acostó. A falta de algo mejor, empezó a limpiarse.

Era de día, así que tenía que mantenerse escondido. Si alguien lo veía, iba a venir con una escalera para tratar de rescatarlo. Y se sabe que los gatos no quieren ser rescatados. De manera que, salvo las sucesivas operaciones de limpieza, se mantuvo quieto. Durmió, también, mientras pasaban las horas.

Se puso el sol. Se encendió alguna lamparita en la calle, débil, distante. La gente dejó de hacer ruido, dejó de pasar, apagó las luces en las casas. El gato, ahora completamente despierto, esperó un rato más, a que el último de los movimientos se acabara. Entonces, cuando ya no hubo riesgo de que lo descubriesen, se levantó, anduvo hasta el punto más lejano del tronco que se atrevió a pisar, y con un solo impulso decidido desplegó las alas y se fue volando.

Moraleja: Otra vez olvidé mi medicación.

Qué es una obra de arte

[25/4/2002]

"Una obra de arte es un aparato que permite comunicar entre sí dos almas, por medio de la hipnosis." Lo escribe Jorge Varlotta en un email. Le pregunto si puedo ponerlo en mi weblog. Me contesta:
"Bueno, lo he dicho a menudo, pero cuando lo hago 'públicamente' me veo obligado a aclarar que es un concepto que aprendí hace muchísimos años en un libro genial (que nunca volví a encontrar) llamado Psicoanálisis del arte, del francés Charles Baudouin. Creo que fue publicado por la editorial argentina Siglo XX. Pero te hablo de 1965... Lo curioso es que nunca más vi esas cuestiones tratadas por nadie más. Y es un libro fundamental para cualquier artista (especialmente por su análisis de lo que es y lo que significa el narcisismo en un artista)."
[25/4/2012]

En este momento hay varios ejemplares del libro en MercadoLibre y otros sitios semejantes.

Charles Badouin en la Wikipedia: en inglés (no dice nada), en francés (no lo entiendo). No está en castellano.

martes, 24 de abril de 2012

Christopher Locke

[24/4/2002]

"If you were maybe hoping for a more mature, balanced and overall adult assessment of recent events in my life, or -- and this is important -- yours, then you came to the wrong place." (Christopher Locke en EGR list.)

[24/4/2012]

El sitio de Christopher Locke: ok.

EGR list: nopo. (Entropy Gradient Reversals era, o tal vez siga siendo, el servicio de Locke).

¿Por qué puse la cita? Porque servía muy bien para mi propio blog. Tanto que, al buscarla diez años más tarde en Google, la Mágica Web es el único resultado.

¿Sapo mutante?

[24/4/2002]

¡Maravilla! ¡Una niña encuentra un sapo mutante con dos cabezas! ¿O tal vez no? (Vía Online-Writing.)

[24/4/2012]

Explicar un chiste es horrible. Pero ¿qué otra cosa podemos hacer cuando ningún link sobrevive?

El MetroWest Daily News, un diario de Boston, publicó una foto medio confusa en la que parecía haber un sapo con dos cabezas. Luego tuvo que desmentirlo: alguien más experto descubrió que cada cabeza tenía su sapo asociado, y ambos sapos estaban en pleno acto de disfrutar de la vida.

Por favor, que nadie pregunte cómo me acuerdo.

Si al menos hubiera a quién prendérsela


Recepción

[24/4/2002]

Hubo unos saladitos muy buenos, pero era poca comida. Al salir me habría gustado zambullirme en un McDonald's a comer hamburguesa y papas fritas, así es la vida. Pero el vino blanco, alemán, dulce y no dulce a la vez, era excelente y abundaba.

Alrededor se hablaba mucho alemán. La carpeta con fotos de Annemarie Heinrich me atraía tanto que pasé buena parte de las cuatro horas a menos de un metro de ella. Recorrí las fotos una por una, y muchas las volví a ver varias veces, cuando otros las recorrían. Por ejemplo, la de Evita cuando no era Perón y la de Evita cuando sí era Perón. La de Borges. La escandalosa de la vidriera. La del hijo que, a los 60 años, estaba ahí presente para explicar el proyecto, pero de chico (¿poco más de diez?) había estado frente a la cámara de su madre. La de Rafael Alberti ("Es Rafael Alberti", explicaban. "Sí", decía Eduardo Aleman, que experimentaba un viaje en la máquina del tiempo, "lo conocí, vivía allá por Parque Centenario").

Fue anoche: una recepción en la casa del agregado cultural de la embajada de Alemania. Sólo escribirlo lleva demasiadas palabras. Pero no era tan formal, o tensa, o de elite, como se podía temer. Igual, no estoy acostumbrado. Demasiado alto, demasiado torpe entre las puertas estrechas. Hubo otros sin corbata, pero yo era el único sin saco.

Ella, la autora, la estrella, no estaba. Claro. Hoy tiene 90 años, vive en silla de ruedas. El tema es que van a hacer una muestra itinerante en Alemania con ochenta de sus fotos. Van a hacer un libro. Van a ofrecer su obra a agencias de noticias. Hay trescientos mil negativos, decían. Trescientos mil. Uno por cada kilómetro de acá a la luna.

Afuera hacía frío, y había renunciado el ministro de economía. Lo primero estaba bajo control. Lo segundo era una de las muchas cosas que tratábamos de no mencionar.

[24/4/2012]

Annemarie Heinrich: sitio que parece oficial; en la Wikipedia. Murió en 2005.

Me reconozco: "Demasiado alto, demasiado torpe entre las puertas estrechas. Hubo otros sin corbata, pero yo era el único sin saco."

lunes, 23 de abril de 2012

El pastorcillo y el lobo

[23/4/2002]

Las fábulas de Gimenez
Hoy: El pastorcillo y el lobo

Había una vez un niño que vagaba por los alrededores del pueblo. De pronto, desde unas grandes rocas, vio un lobo que buscaba comida.

—¡Lobo, lobo! —gritó el niño—. ¡Por favor, no te comas mis ovejas! —y corrió a esconderse entre las rocas.

El lobo, hambriento, corrió hacia aquella voz, pero no encontró ninguna oveja. Decepcionado, continuó su deambular. El niño, en tanto, reía en su escondite: había logrado engañar al lobo.

Lo mismo ocurrió al día siguiente. Viendo al lobo que aún buscaba llenar su panza, el niño gritó:

—¡Lobo, lobo! ¡Por favor, no te comas mis ovejas! —y otra vez se escondió entre las rocas.

El lobo volvió a ilusionarse. Salivando por la expectativa, buscó en todos lados hasta que, vencido, decidió retirarse. El niño reía cada vez más.

La historia se repitió varias veces, sin cambios. Hasta que un día el pastor del pueblo faltó al trabajo. El niño, por primera vez en su vida, recibió las ovejas para cuidarlas y así se convirtió en pastorcillo.

Llevando las ovejas de aquí para allá, como hacen los pastores en las fábulas, ocurrió lo previsible: el pastorcillo volvió a encontrar al lobo.

—¡Lobo, lobo! —gritó desesperado—. ¡Por favor, no te comas mis ovejas!

El lobo, como siempre, fue tras la voz lleno de esperanza. Y se comió todas las ovejas.

Moraleja: Persevera y triunfarás.

domingo, 22 de abril de 2012

Cigarrillos sonoros

[22/4/2002]

Nueva ventaja para fumadores: un invento permitirá que oigan sus melodías favoritas mientras aspiran el humo. La revolucionaria tecnología, que acaba de patentar la empresa Safe Inhaling Inc., de EE.UU., incluye microcomponentes mezclados con el tabaco que, al ser calentados, emiten breves ondas sonoras. La correcta programación de esos microcomponentes permite que compongan una canción, e incluso una sonata de Bach.

Según declaraciones de Toby Smokey, CEO de la compañía, "en un primer momento, para difundir esta creación, entregaremos muestras gratis con versiones simplificadas de un hit de Britney Spears".

Según ha trascendido, el nuevo cigarrillo podrá tener usos publicitarios. Altos ejecutivos de una empresa tabacalera, bajo condición de anonimato, indicaron su interés en establecer "alianzas estratégicas" con grandes compañías para explorar las posibilidades. Diversas fuentes señalan un fuerte interés en el producto por parte de la industria del entretenimiento.

Las asociaciones de protección al consumidor ya han hecho oír sus protestas. "Esto es un avasallamiento de derechos elementales, dado que el consumidor pasivo debe ser protegido a toda costa de emanaciones perjudiciales", dijo un portavoz del grupo más radicalizado, CRABS (Consumer Rage Against Britney Spears).

Para quienes no sienten aprecio por las Macs

[22/4/2002]

Para quienes no sienten aprecio por las Macs: Introducing the new iToilet (vía PageMakr list, donde la e falta a propósito).

[22/4/2012]

La PageMakr List sigue en pie. Están todos los archivos. Me hicieron reír en la página inicial: "PageMaker Is Dead - Long Live InDesign"

Acá está el iToilet original. Ahora hay muchos más (buscar iToilet en Google Images, por ejemplo).

Nueva versión del iToilet en video:

sábado, 21 de abril de 2012

Soñaba con botellas

[21/4/2002]

Soñaba con botellas. Alguien las había alineado en el piso, contra una pared. Estaban vacías.

Pero no, no eran botellas. Estaba soñando con enanos de jardín que tenían forma de botella. Un jugador de golf, un profesional, les arrancaba la cabeza con golpes de driver: perfecto swing.

Pero no, no era un jugador de golf, era una máquina, una especie de reloj de péndulo con el péndulo del lado de afuera. Una larga vara de metal con un disco de oro en la punta se balanceaba de un lado a otro, con un tic tac que era al tic tac común lo que un bramido de dinosaurio al canto de un canario.

Pero no era un disco de oro, era un hacha. Sí, estaba soñando con un hacha afilada que de pronto saltaba por el aire y giraba sobre sí misma hasta clavarse en un armario que tenía la puerta cerrada y que, por el ruido, sólo podía estar lleno de libros viejos.

Pero no era un armario, sino la espalda de un hombre muy gordo y muy alto, que empezaba a caer y a darse vuelta al mismo tiempo, de manera que el movimiento de su cabeza formaba un tirabuzón como el de los aviones que hacen acrobacia.

Pero no era su cabeza lo que caía, y mucho menos en tirabuzón, era un planeta amarillo y marrón, lleno de azufre, en órbita alrededor de un sol rojo, oscuro, que apenas brillaba.

Pero no era un sol, yo no soñaba con un sol. Estaba soñando con la lámpara de un laboratorio fotográfico, al estilo de los que se veían tiempo atrás en las películas. El fotógrafo levantaba papeles húmedos de una cubeta y los tendía en una soga como para colgar la ropa. En los papeles había retratos de los miembros de mi familia, en distintos momentos de su vida.

[21/4/2012]

Paciencia. Es lo que me pedí a mí mismo cuando vi este post con tantos links para revisar.

Ahí vamos:
  • Botellas: ok.
  • Enanos de jardín. No sé. Tal vez como estos.
  • Golf driver. ¿Algo así?
  • ¿Reloj de péndulo con el péndulo afuera terminado en un disco dorado? ¿Este sirve?
  • Disco de oro: ok.
  • Hacha: hay tantas.
  • Libros viejos: ok. Link raro, no es imagen.
  • Muy gordo y muy alto.
  • Aviones que hacen acrobacia: ok, aunque la mayoría de las imágenes ya no está.
  • Sol rojo (puntura de Arthur Dove).
  • Laboratorio fotográfico: ok.
Esto es peor que reescribir una novela.

Se oyó un cañonazo

[21/4/2002]

Se oyó un cañonazo. La gente siguió caminando. Hubo un momento de tensión en la calle, un sobresalto: se notó en el espesor del aire, en el tono de las voces, en una distorsión apenas visible del trayecto de los autos. Pero la gente siguió caminando. El estruendo nos atravesó de oído a oído, nos hizo bajar un reguero de recuerdos por la columna vertebral, nos trajo un temblor a las rodillas. Pero no se podía dejar de caminar. La brisa un poco más fresca del otoño estaba quitando las hojas de los árboles, una a una, para hacerlas caer como neuronas en una pesadilla. En un cielo distante, más alto que los edificios, un avión giraba lentamente para tratar de acertarle a la pista del Aeropuerto. Alguien, unos metros delante de mí, miraba una vidriera con ropa de mujer en oferta, toda gris, buenos precios si no fuera por la crisis. Y el ruido del cañonazo lo recorrió todo, centímetro a centímetro, como una corriente eléctrica, con la crueldad de lo que no tiene cerebro ni conciencia. Un parpadeo de más en cada ojo, una dilatación en las pupilas, un cambio hormonal repentino, cronometrable. Sin embargo, las piernas siguieron la rutina, los pies avanzaron, cada persona tuvo un éxito casi perfecto en seguir caminando. Y en no cortar las conversación, el pensamiento, los planes para el resto del día. Eso era importante. Había que disimular.

Tres aportes de Jorge Varlotta

[21/4/2002]

Tres aportes de Jorge Varlotta a ítems de este weblog:
[21/4/2012]

Todavía no me animaba a decir "posts". No era una palabra común. Así que escribía "ítems". Visto desde ahora no se puede creer.

Los tres "ítems" acá en MW+X:

viernes, 20 de abril de 2012

Google Answers

[20/4/2002]

"Google is testing a service on which anyone can ask a question (which costs 50 cents to post), say how much they are willing to pay for the answer, and then registered 'experts' will bid to respond. Everyone else will be able to read the questions and responses for free, and add their own comments. If questioners aren't happy with the response, they can request a refund. This concept for a research service has been tried before, but Google's power in the marketplace has a better chance of success than the smaller ventures that preceded it." (Steve Outing, en E-Media Tidbits.)

[20/4/2012]

El artículo ya no está en ninguna parte. La prueba es que si uno busca "Google is testing a service on which anyone can ask a question" en Google, los resultados que salen son los de la Mágica Web.

Google cerró el servicio: "We're sorry, but Google Answers has been retired, and is no longer accepting new questions." Pero el sitio contiene un directorio de las preguntas y respuestas que hubo.

Mail de Elvio

[20/4/2002]

Uno de los mejores saludos que recibí en los últimos tiempos:
"Un gran abrazo, Gandalf del hiperespacio (como ves, mantengo intactas mis características y jerga de fan, aunque Tolkien me rompa prolijamente las bolas)."
Me lo mandó Elvio Gandolfo.

Cazando mariposas

[20/4/2002]

Fue a cazar mariposas con una red y se trajo sin querer un elefante. El problema, ahora, es cómo alimentarlo.

Sale el sol una vez cada veinticinco años

[20/2/2002]

Sale el sol una vez cada veinticinco años. Brilla un minuto y se va. Medio enceguecidos, se quedan todos discutiendo sobre lo que vieron o lo que les quemó los ojos. La discusión declina (o crece en profundidad, según el punto de vista) durante los siguientes doce años y medio. Luego empieza la cuesta ascendente de otros doce años y medio, hacia el próximo destello: que las leyendas, que las teorías, que antes era distinto, que ahora será distinto, que alguien lo va a fotografiar, que alguien ya lo ha fotografiado, que todo es falso, que no me va a volver a pasar lo mismo.

Gabriel empieza a usar el Photoshop

[20/4/2002]


(La mirada de esa mariposa que está saliendo de la crisálida.)

[20/4/2012]

¡Encontré el original sin reducir! Click para verlo todavía un poco más grande:

miércoles, 18 de abril de 2012

La humanidad

[18/4/2002]

Me acuerdo de esos relatos de ciencia ficción que leía de chico, donde, por ejemplo, la humanidad decidía finalmente irse a vivir a esas bonitas estaciones espaciales y dejar la Tierra como parque natural para las generaciones futuras.

"La humanidad" venía a ser algo así como yo, mi familia, mis amigos, y tal vez algunos vecinos molestos. Ah, y aquellos tipos raros, en el rincón del fondo, los que hablaban en otro idioma. Que de todos modos siempre estaban de acuerdo con nosotros.

Así todo era tan fácil, y yo lo creía.

[18/4/2012]

A veces, la humanidad decidía emigrar a las estrellas en grandes naves-arca, y en la Tierra solo quedaban unos revoltosos desconformes que de todos modos acababan matándose entre ellos. O si no, la humanidad se autodestruía en una guerra atómica, y solo quedaban los pocos que se habían ido en las naves-arca. O si no, la humandiad decidía abandonar el culto a lo material y urbano para dedicarse a una vida espiritual y bucólica, aunque siempre quedaba una semilla de maldad que más tarde...

Era una noche tormentosa

[18/4/2002]



[18/4/2012]

La fuente era una captura de un video que tomé en Palermo en 1991, que no encuentro. Me divertí mucho con el Photoshop.

El gorrión y las dos ramas

[18/4/2002]

Las fábulas de Gimenez.
Hoy: El gorrión y las dos ramas

Un gorrión volaba hacia un árbol del que salían dos ramas, una hacia la izquierda, la otra hacia la derecha.

El primer impulso del gorrión fue ir a posarse a la rama de la izquierda. Pero no, algo lo llevó a reconsiderar la decisión, y giró hacia la rama de la derecha.

De todos modos, no carecía de beneficios la posibilidad de utilizar la rama de la izquierda, así que una vez más torció el rumbo. Aunque la rama de la derecha, obviamente, tenía sus virtudes, y hacia allí reorientó su vuelo.

Un instante después, la rama de la izquierda volvió a parecerle tentadora. Corrigió la orientación, sólo para volver a engolosinarse con la perspectiva de un descanso en la rama derecha. Y otra vez quiso modificar la dirección que llevaba.

Pero era tarde. El gorrión se estrelló de cabeza contra el tronco.

Moraleja: Los árboles están mal diseñados.

Modular PC Downsizes the Computer

[18/4/2002]

Modular PC Downsizes the Computer (AP en Yahoo!): "A little-known San Francisco company called OQO Inc. announced on Tuesday a 'modular' computer that crams processor, memory, battery and storage into a package the size of a paperback novel."

Cuando el dólar vuelva a estar barato (sí, ya sé, no me digan), por fin vamos a poder llevar la computadora al baño.

[18/4/2012]

El artículo ya no está en Yahoo, pero lo encontré en otro lado. OQO Inc., según Wikipedia, dejó de operar en 2009. El dominio oqo.com muestra una página en blanco, lo que es una pena porque ahora OQO, por supuesto, es una editorial española de libros para chicos.

Sobre el tema de llevar la computadora al baño, está claro que el futuro llegó en algún momento de estos últimos diez años. En mi caso, cuando el correo me trajo el Kindle. En otros, con el iPad.

(Mensaje para el próximo futuro que venga: "Kindle" es una marca de aparato especializado para leer libros digitales; "iPad" es una computadora portátil del tipo que ahora se llama "tablet". Seguramente seguirá habiendo artículos al respecto en la Wikipedia, que por supuesto no hará falta recordar qué es.)

martes, 17 de abril de 2012

¿Amistoso?

[17/4/2002]

Las itálicas son mías:
Clarín: "El equipo de Bielsa consiguió la victoria en Stuttgart con un gol de Sorín. Aimar y Gallardo tuvieron que dejar la cancha lesionados. Seguramente será el último amistoso de Argentina antes del Mundial." (sic) (o tal vez sick)
¿Cómo van a ser, de aquí en más, los partidos no amistosos?

El viajero del tiempo - Capítulo 1

[17/4/2002]

El viajero del tiempo llega al mundo del futuro
Hoy: Cristales y radios


El hombre del traje metálico sacó del bolsillo un cristal transparente, del tamaño de una pelota de ping-pong. Lo insertó en una depresión de la máquina y se sentó en la butaca derecha. Ante él se desplegó una consola con diales y botones. A mí me invitó a ocupar la butaca izquierda.

Las luces decrecieron hasta dejarnos casi a oscuras. Al mismo tiempo, la pared de enfrente empezó a brillar y se cubrió con un remolino de letras de colores.

—La biblioteca mundial —anunció el hombre del traje metálico, mientras las letras formaban títulos veloces, páginas en movimiento, párrafos en forma de río.

El hombre pulsó dos botones, giró un dial. Una escritura de aspecto antiguo llenó la pared.

—Shakespeare —dijo el hombre.

Rápidamente, partituras complejas ocuparon su lugar.

—Bach —dijo el hombre—. Piribí porobó, piribí porobó, piribí porobó lo ló —tarareó la melodía del primer movimiento del tercer Concierto Brandeburgués.

El hombre manipulaba el contenido de la pared moviendo los controles como un músico virtuoso ejecuta su instrumento. Las partituras dieron lugar a un reguero de fórmulas, que terminó en un radiante "e igual a emecé al cuadrado".

—¡Einstein! —exclamó el hombre del traje métálico.

El río de información se ensanchó y la corriente se hizo más lenta, convertida en una lista de títulos, aparentemente infinita. El hombre del traje metálico me miró con una sonrisa de satisfacción.

—Toda la sabiduría que ha acumulado el ser humano está aquí -dijo, señalando el cristal que había sacado de su bolsillo—. Cada libro escrito por el hombre, cada descubrimiento científico, cada obra de arte.

Volvió a extraer el cristal de su nicho y lo elevó a la altura de su frente, con un gesto de veneración. De inmediato, la pared se apagó y las luces volvieron a la normalidad. La consola se replegó a un lado de la butaca.

—Toda persona -continuó- recibe un cristal como este cuando cumple los doce años. Y luego, cada lustro o cada década, le es permitido peregrinar al Centro Mundial para actualizar la información. Porque, ¿sabe? —hizo una pausa—. ¡En el cristal aún queda espacio libre!

El cristal y la pared luminosa no eran las únicas sorpresas que iba a recibir ese día. El hombre del traje metálico me señaló un mueble no muy diferente de una radio común y corriente. Lo encendió y empezó a mover el dial. Un sonido como el que haría un telegrafista inhumanamente rápido emergió del parlante.

—Habrá reconocido el código Morse, sólo que acelerado —dijo el hombre—. Pues bien, este aparato es nuestra radio-periódico. Vea lo que sucede ahora.

Pulsó un gran botón rojo, y de una ranura que antes no había visto empezó a salir una tira de papel, de unos diez centímetros de ancho. Estaba escrita por la parte superior:

"CAOS EN LA LUNA. La rebelión de los robots se extiende por las cúpulas."

No alcancé a leer más. El hombre arrancó la tira de papel con rabia.

—¡Siempre malas noticias! —exclamó, mientras la arrojaba, arrugada, a un rincón de la habitación.

—Igual es una maravilla —traté de consolarlo.

(Continuará.)

(Con respeto, a los escritores de ciencia ficción que inventaron el futuro durante el siglo pasado.)

[17/4/2012]

Siempre me divirtió el "retrofuturo" (palabra que en el año 2002 yo no conocía, o tal vez no existía). La idea de este capítulo de una supuesta novela era, como queda claro, parodiar lo que se pudo haber predicho en otra época sobre este mundo de computadoras e Internet. En los días siguientes escribí dos capítulos más, y ahí quedó el tema.

Pero el título me siguió picando durante todo este tiempo. Hasta que el año pasado escribí una novela (auténtica esta vez) llamada El viajero del tiempo llega al mundo del futuro, que no incluye ninguno de estos capítulos de 2002, pero tiene como tema el retrofuturo. La acaba de publicar el Grupo Editorial Norma.

Más sinánimos

[17/4/2002]

Alberto Sejas aporta nuevos sinánimos. Entre otros:
  • El sinánimo de "dólar" es "peso".
  • El sinánimo de "sinónimo" es "sinánimo". (!)
Actualización: tras ver lo anterior, Luisa Axpe agrega:
  • El sinánimo de "homónimo" es "parónimo".
  • ¿Y cuál es el sinánimo de "sinánimo"?
[17/4/2012]

Y días después, Jorge Varlotta dice del sinánimo de "sinánimo": "Sinónimo (es muy sutil)".

Aquí en MW+X, los sinánimos tienen su propia etiqueta.

El maletín de cuando yo iba a la escuela

[17/4/2002]

En cuanto vi la foto, el olor de aquel maletín me vino descontrolado a la memoria. Era tan intenso que casi dejó de ser virtual: pasé a sentir el maletín en la mano, a punto de poder abrirlo para poner adentro la cartuchera de madera y el cuaderno. Colecciones enteras de recuerdos (como fotos en tres dimensiones y para varios sentidos a la vez) volvieron a llenar espacios que estaban vacíos. Es una punta de ovillo, no sé qué vendrá detrás. Como diría Douglas Wright, me agarró un nostalgiazo bárbaro.

(Gracias a Andrea Zablotsky por mandarme la foto. Ella la recibió por email. Ignoro la fuente, así que no puedo dar el crédito correspondiente. Pero me gustaría mucho conocer su origen. Desde ya, si tengo que sacarla de aquí por cuestiones de copyright, lo voy a hacer.)

[17/4/2012]

Con el tiempo hubo dos comentarios a este post, de personas que reconocieron el maletín. Unos días después me escribió Jorge Varlotta (y lo puse en otro post, el 21 de abril): "¡Yo tuve uno igual! Era una porquería."

lunes, 16 de abril de 2012

Amazon, mercado de pulgas

[16/4/2002]

Los escritores contra el mercado de pulgas digital (Página/12): "Autores y editoriales de los Estados Unidos acusan al gigante de Internet, Amazon, de 'convertir a los lectores en libreros'. Le cuestionan haber armado una línea de venta con libros usados."

La preocupación es obvia: el aumento en la venta de libros usados equivale a una caída en los ingresos de autores y editoriales. Igual que con los CDs protegidos contra copia y otros temas ahora en boga, con los libros también empieza a darse el choque entre los "derechos de autor", el copyright y el "fair use" que hasta ahora estaba permitido en todos los rubros. Sólo que los libros traen un nuevo ingrediente: no se trata aquí de copiar digitalmente algo, sino de la vieja y sana costumbre de reciclar. Supongo que el tema dará para mucho y jamás llegará a resolverse (a menos que Ray Bradbury llegue a tener razón por motivos equivocados).

[16/4/2012]

Aunque los links de Página/12 de aquella época se murieron, por suerte el diario mantiene el archivo completo. Acá está ahora el artículo.

Amazon sigue ofreciendo que uno venda sus libros usados. En el menú de opciones que aparece en la sección Books, la última de la derecha es "Sell Your Books". (Esto es en Amazon de Estados Unidos, del Reino Unido y de Alemania, en cada caso para gente del país respectivo. En Amazon de España no encuentro la opción.)

De todos modos, en estos diez años pasaron muchas otras cosas, y el tema de los libros usados ya no preocupa a nadie. Finalmente, y por suerte, les llegó a los libros el equivalente a lo que es el mp3 para la música. La preocupación de las grandes editoriales y algunas asociaciones de autores es, por supuesto, lo que llaman "piratería". Pero además, sin salirnos de Amazon, miran con lupa el sistema de préstamos entre usuarios de Kindle. Y tratan de limitar lo que pueden hacer las bibliotecas públicas en cuanto a préstamo de libros.

Así estamos ahora. Espero que dentro de diez años la situación se haya resuelto: todos felices intercambiando cuanto queramos, y los autores cobrando de diversas fuentes, incluyendo tarifas planas como la de Spotify para música, porcentajes (o un adicional optativo) sobre lo que cobran los proveedores de acceso a Internet, y una variedad de ideas mejores o peores que dan vueltas por ahí.

Lo que no funciona, y ojalá hubiera acuerdo sobre el tema, es tratar de reparar la pecera cuando se rompió en mil pedazos y los peces se fueron a nadar al mar.

domingo, 15 de abril de 2012

La realidad

[15/4/2002]

Estoy en mi oficina, frente al monitor, a oscuras para no despertar a nadie (mi oficina es una de las habitaciones del departamento donde vivimos). La puerta está apenas entreabierta. Más allá, tras una curva del pasillo, hay una luz encendida que de noche tranquiliza a mi hijo. Afuera llueve: lo indica el ruido suave, amortiguado, de las gotas en la parte externa de los acondicionadores de aire del edificio.

Mientras leo un artículo en MSNBC, tengo la sensación intensa de que alguien se mueve al otro lado de la puerta. Mi mujer se habrá levantado, pienso (es medianoche). Miro, y no: no hay nadie. Es un perchero que está ahí, pasando la puerta. Del perchero cuelgan varias camperas, alguna de ellas con ánimo de engañarme.

Sigo leyendo. Unos segundos después, vuelvo a tener la misma sensación. Sólo que ahora que no hay nadie ahí. Miro otra vez, para comprobarlo, y es verdad.

Ahora me resisto a mirar por tercera vez, aunque la sensación no se va. Algo me observa, algo que se mueve en la misma medida que la capacidad limitada de mis ojos para ver en ese ángulo.

Esta es la realidad, se me ocurre, finalmente. Bastará con que me ponga de pie y camine hacia la puerta para que las ilusiones vuelvan y retomen el control.

Alberto Sejas y Camarjali

[15/4/2002]

Alberto Sejas tiene un punto de vista muy personal sobre mi novela Un paseo por Camarjali:
"Lo divertido de Camarjali es que en realidad describe al mundo real.

Cuando me encuentro en una ciudad, me quedan grabadas situaciones y detalles que resumen en mi memoria ese lugar. Cuando vuelvo a estar allí, me encuentro en otro lugar a pesar de que trato de encontrar aquellos elementos que para mí definían a la ciudad.

Me pasa también con Buenos Aires, aunque lo más extremo que viví fue Venecia. Uno pierde toda referencia conocida sólo dando la vuelta a la esquina. Allí temí no poder salir más.

'No hay camino de vuelta'."
Alberto, argentino residente en Munich, tiene un sitio experimental y trilingüe que hay que recorrer: www.up200.com. (No olvidar subir el volumen a los parlantes, que la música de Swen Fischer da un clima muy especial y evoluciona según cómo uno navegue.)

[15/4/2012]

Alberto ya no está en esa dirección (me refiero a la de la Web, ignoro la geográfica).

A diez años, me gusta mucho su visión de Camarjali.

De paso: hay edición reciente de la novela, en Grupo Editorial Norma.

When office supplies attack

[15/4/2002]

When office supplies attack (vía Good Morning Silicon Valley).

[15/4/2012]

¡Ah, Ze Frank! ¡La cantidad de cosas creativas que hizo en todo este tiempo! Sigue en zefrank.com. No se parece a nadie. Gran modelo de lo que solo es posible en este mundo digital.

La cucaracha y Dios

[15/4/2002]

Las fábulas de Gimenez.Hoy: La cucaracha y Dios

La cucaracha vio la mano del cocinero que caía sobre ella demasiado tarde para escapar corriendo. Sin embargo, para las cucharachas el tiempo transcurre con extrema lentitud, así que aún pudo examinar otras formas de salvarse.

Primero pensó en razonar con la mano. Pero la mano no actuaba por su cuenta. Encima de ella había un antebrazo, un codo, un brazo, un hombro, todos en la tarea de enviar la mano a aplastarla.

Entonces pensó en razonar con el cerebro que supervisaba la acción. Pero en el cerebro del cocinero sólo habría prejuicios ("toda cucharacha debe morir"). Y un cerebro humano sería demasiado lento para cambiar de actitud.

Finalmente pensó en un Dios que pudiera detener al cocinero. La cucaracha no estaba segura de que hubiera un Dios, pero en momentos tan críticos la sola posibilidad de Su existencia merecía ser explorada.

De modo que la cucaracha se dispuso a iniciar una oración. Pero antes de llegar a ese paso definitivo, al Paso Trascendental, había perdido demasiado tiempo en la tarea burocrática de detenerse en cada punto intermedio. El razonamiento limitado y estrictamente secuencial que la había llevado a comprender que la mano obedecía a otros músculos que obedecían a un cerebro que obedecía a algo superior le había quitado cada centésima de segundo disponible. Así, antes de que lograra siquiera encaminar sus pensamientos a ese Dios Eventual, ese Dios que de existir tal vez habría podido salvarla, ese Dios que, por otra parte, en caso de haber estado a priori dispuesto a salvarla quizá la hubiera dotado de otro estilo de pensamiento; antes, decía, de llegar a Él, la mano terminó su recorrido con un chasquido húmedo.

Moraleja: No vengo más a este restaurante.

[15/4/2012]

Como hace diez años, sigo pensando que el razonamiento limitado y estrictamente secuencial acaba siempre por llevarnos al chasquido húmedo. Me puse serio. Caramba.

Mail de Silvia

[15/4/2002]

Me escribe Silvia Parisi:
"El monstruo dice que los autitos chocadores le hacen acordar a las películas de amor en blanco y negro, donde el mundo se parecía a un parque de diversiones y todo iba para mal, pero en ese momento nadie lo sabía. Y la palidez de los rostros era un toque romántico y no un problema. Y que a él le gustaría subirse a un autito chocador y estar enamorado. Mientras dice esto, lagrimea un poco (hace mucho tiempo que no tiene un momento romántico, su condición de monstruo no le permite abusar de la debilidad)."
Y también:
"Me llamó la atención tu inquietud por catalogar información y me acordé de eso que dicen, que el día que uno nace se impremen más libros en el mundo de los que uno es capaz de leer... Por supuesto que es una generalización muy mentirosa, porque habría que descartar las guías de ruta de los lugares que a uno no le gustaría conocer, las guías telefónicas, los libros Guinness..., las biografías de gente poco interesante y sobre todo: los libros de autoayuda."

sábado, 14 de abril de 2012

El zorro y el caracol

[14/4/2002]

Las fábulas de Gimenez. Hoy: El zorro y el caracol

Andaba un zorro siguiendo el rastro de su cena cuando el azar lo llevó junto a una planta por la que trepaba un caracol.

El destino hizo que el zorro detuviera su paso junto a la planta y moviera la cabeza hacia la izquierda. El foco de sus ojos empezó a trazar una rápida línea recta en la dirección exacta en que el caracol se detenía también en su lento ascenso y orientaba las antenas.

Hubo un momento de tensión en el universo. Los propios dioses se preguntaron qué ocurriría. Por un instante mínimo, apenas un punto en el tiempo, el nudo casi infinito de las posibilidades giró en el vacío sin que se supiera hacia dónde empezaría a deshacerse.

Después, la mirada del zorro pasó exactamente dos centímetros por encima del caracol, y ambos siguieron su camino.

No, no hay mucho en un zorro y un caracol que les importe mutuamente.

[14/4/2012]

Unos días después, Jorge Varlotta me propuso una moraleja mucho mejor: "No es oro todo lo que reluce."

Hubo varias "fábulas de Gimenez" más, en los días siguientes. Ya van a ir saliendo acá.

viernes, 13 de abril de 2012

La flor gigante

[13/4/2002]

Hoy, durante todo el día, la tapa de Clarín en la Web dijo (las negritas son mías):
"Será inaugurada la escultura 'la flor gigante' de la ciudad (5'09'')
"La obra es del arquitecto Eduardo Catalano y está al lado de la Facultad de Derecho. Mide 23 metros de alto, costó unos 5 millones de dólares. La donó la Ciudad y se inaugura este fin de semana."
Ahora, a las once de la noche, parece que alguien se dio cuenta. Lo arreglaron:
"Será inaugurada la escultura 'la flor gigante' de la ciudad (5'09'')
"La obra es del arquitecto Eduardo Catalano y está al lado de la Facultad de Derecho. Mide 23 metros de alto, costó unos 5 millones de dólares. La donó a la Ciudad y se inaugura este fin de semana."
[13/4/2012]

No era para tanto. La versión equivocada, como es lógico, no se puede ver. La otra sí.

Más interesantes resultan las noticias que se ven en esa tapa de hace diez años: por ejemplo, Venezuela: asumió un empresario y disolvió el Congreso (al día siguiente, el golpe había fracasado y Chávez estaba de nuevo en la presidencia). Los senadores se reunieron con Anoop Singh (quien había tenido su propio post en la Mágica Web un día antes). Ocho productos de  la canasta básica subieron más de 100% desde la devaluación. Como diría Kurt Vonnegut: and so on and so on.

Francisco Gandolfo en Clarín

[13/4/2002]

Hay poemas de Francisco Gandolfo en Clarín de hoy.

[13/4/2012]

Tal cual. Hay poemas de Francisco Gandolfo en Clarín de hace exactamente diez años.

jueves, 12 de abril de 2012

Las calles de Buenos Aires reciben nombres en inglés

[12/4/2002]

De ® paulanet, donde hay más:
jump! = salta
cousin humbert = humberto primo
chairmann = mansilla
gentleman angel = angel gallardo
first joint = primera junta
cheesy place = quesada
be born! = nazca
skinny = delgado
housekeepers = caseros
charlie bald = carlos calvo
shut up! = callao

Y ya que estamos, agrego (con algunas licencias):

white whitewashed = blanco encalada
canning = scalabrini ortiz
dog cock = cangallo
montainway = viamonte
ponds = charcas
depths = honduras
with that one = conesa
johnny b. good = juan b. justo (!)
potters = olleros

Actualización: acabo de descubrir que hay más calles, graciosísimas, en roxanova. No encuentro cómo hacer un link permanente; hay que buscar un item del 12 de abril a las 12:37 AM. Una calle coincide con las que creí inventar. Con otra no estoy de acuerdo: "John, Be Just!: Juan B. Justo." Aunque la mía sea menos precisa, insisto (con perdón), porque Johnny B. Good es una canción célebre.

[12/4/2012]

El viejo Paulanet sigue estando, aunque la autora se mudó en el 2003. Desde entonces viene posteando en el nuevo Paulanet.

Roxanova también sigue estando, pero ya no como .com.ar, sino como roxanova.com. Ahora sí hay links permanentes: acá está el post de las calles (que se titula "Otra exigencia del FMI", lo que da más sustento al post anterior de la Mágica Web / MW+X.)

Presidente

[12/4/2002]

Ahora que Duhalde se fue a Costa Rica, podría asumir como presidente Anoop Singh.

[12/4/2012]

No es que me divierta explicar un chiste, y tampoco es que el chiste fuera bueno, y ni siquiera que fuera un chiste. Pero ahí va. Anoop Singh era (¿es?) un economista del Fondo Monetario Internacional que por aquel entonces venía a la Argentina a inspeccionar la economía. Las "recetas del Fondo" eran y son conocidas por destructivas. Y el Fondo tenía poder sobre la situación del país. Listo. Igual, no se entiende como hace diez años.

Más gracioso es cómo en el diario La Nación los links de hace diez años llevan a cualquier otra cosa. Esta vez, en lugar del viaje de Duhalde, se trata de que "desde el 18 del actual, el juvenil disputará el Preolímpico en Brasil, con la mirada puesta en Sydney". El "actual" es enero del año 2000. El "juvenil" es el de fútbol sub 23. Todo así.

Sorprendente que el FMI mantenga vivos los links de noticias de hace diez años. Algún mérito hay que reconocerles.

Los spammers van aguzando el ingenio

[12/4/2002]

Los spammers van aguzando el ingenio, aunque no mejoren su inglés. Acabo de recibir lo siguiente:

"Thank you for use our services
Your mail: [una dirección de Imaginaria]

In request for the keywords: chicas, hq, non-nude, models, salma hayek, martina colombari, josie maran

url Result: http://www.[lo borro a propósito].com"

(Por supuesto, no sé quienes son ni jamás usé sus servicios. Nunca se me ocurriría unir en la misma búsqueda "Salma Hayek" y "non-nude".)

[12/4/2012]

¿Qué puedo decir? Los spammers hicieron mucho más en estos diez años.

Y yo ahora no reproduciría esa lista de palabras clave. Oh, wait...

Mike, Lu y Og

[12/4/2002]

Un islote, más bien una roca vecina a la isla. Ahí viven tres patéticos piratas. Su cena habitual es sopa de piedras. El capitán, con parches en ambos ojos y dos patas de palo, baja en secreto a un sótano para hablar con su títere-conejo de ojos que son botones. El títere lo reta sin piedad.

En la isla, Mike añora la televisión, el béisbol y los patines, cosas que Og reinventa con facilidad y logran destruir la rutina por un rato. Mike tiene diez años y es una nena. Viene de Nueva York en un intercambio estudiantil que nadie explica. La isla, bueno, "nadie sabe dónde la isla está", dice la mala traducción de la canción inicial.

Mike, Lu y Og es un excelente dibujo animado, creado por Chuck Swenson, que pasa Cartoon Network. El material de promoción que ofrece el canal, a donde lleva el link, da una idea muy pobre de los méritos de la serie. (Es mejor el sitio en inglés.)

Algunos datos más:
  • Tres animales (cerdo, cabra y puercoespín) discuten sobre filosofía, y no permiten que los humanos (con una excepción) descubran que saben hablar.
  • El gobernador de la isla viste como todos, en un estilo primitivo-Oceanía-Gauguin-clisé, pero lo distingue un clásico reloj con cadenita. La cadenita termina en un anillo que lleva en la nariz.
  • La hija del gobernador, Lu, es una "princesa" egoísta que maltrata a su tortuga Lancelot y a todos los demás. Tiene la voz al menos una octava más aguda que cualquier otro personaje.
  • Hay un hombre que vive cazando, armado de arco y flecha (terminada en sopapa), siempre a un mismo animal. Con tamaño y aspecto de adulto, es tal vez el niño verdadero del grupo.
  • Hay una mujer que cocina y escribe y hace obras de arte. La única voz relativamente sensata, también lo abandona todo para salir a jugar con los demás.
  • El hijo de ambos, Og, es un niño genio que fabrica helicópteros con maderas y cocos (y es el miembro humano del club filosófico de los animales; Kant y Spinoza son allí nombres frecuentados).
  • Hay también un viejo brujo cascarrabias, que vive en una caverna cerca de la cima del volcán y espía a los demás con su telescopio oculto.
Todo está dibujado con soltura, tiene linda música y unos fondos de sencillez maravillosa, pintados con acuarela hábilmente desprolija y manchada (por ejemplo, este, este y este).

Sí, Mike, Lu y Og es una verdadera joya. Pero mejor, mucho mejor, es Coraje, el perro cobarde.

[12/4/2012]

No se puede confiar en las grandes corporaciones del entretenimiento. Lo digo en serio, y es una porquería. No conservan los links. Jamás. Ninguno de los de este post sigue en pie. Todos de Cartoon Network. Así que ahora pongo links a la Wikipedia (en inglés), como corresponde. ¡Ratas!
No quise hacerme el vivo reseñando Mike, Lu y Og en vez de Coraje. Es que tenía tal entusiasmo por Coraje que no me atreví a escribir nada. No sabía por dónde empezar, o cómo transmitir tanta genialidad. Visto a la distancia me sigue pareciendo excelente, pero tal vez Mike, Lu y Og fuera igual, o casi, de buena.

El ciudadano de mis zapatos

[12/4/2002]

"No distingo lo que quería hacer de lo que sólo se parece a lo que quería hacer de lo que es para el otro lado de lo que quería hacer. Si tenía ganas de ser corredor de coches termino subido a los autitos chocadores y, lo que es peor, no entendiendo por qué si tienen ruedas y volante y acelerador no me siento como quería. Debe ser, me lo explico, que no quería ser corredor de coches. Y esa manera de corregir mi error es, otra vez, un error. Como el que se interna en un bosque tirando miguitas y no deja de hacerlo nunca, en la seguridad de que no se va a perder pues está tirando miguitas. Al poco tiempo todo el bosque está lleno de miguitas que indican todos los caminos posibles y ocultan el primero. Contar esta historia es una manera de mantener las manos ocupadas, para que ya no sigan en la valiosa tarea de tirar miguitas. Con la esperanza de que algo se despeje, de lograr desandar algo, ahora voy dejando palabras."
(Luis María Pescetti, en la muy conmovedora novela El ciudadano de mis zapatos, Premio Casa de las Américas 1997. El capítulo 1, completo, está aquí.)

[12/4/2012]

Nuevo link para el capítulo 1, esta vez en la edición corregida de Punto de Lectura, 2004. (Este fragmento sigue igual.)

Esto de las casualidades a veces sorprende en serio. En el post inmediatamente anterior hablabla de las Irrupciones, que inicialmente publicó otra editorial, pero en estos diez años reeditó Punto de Lectura. Y ahora, en el post siguiente, hablo de El ciudadano de mis zapatos, que inicialmente publicó ottra editorial, pero en estos diez años reeditó Punto de Lectura. No es que mencione tantos libros por aquí. Y menos esa editorial en particular. ¿Qué falta ahora?

miércoles, 11 de abril de 2012

Irrupciones

[11/4/2002]

"El libro crea un espacio de intimidad entre el autor y el lector; cuando uno escribe una novela o un relato y sabe que de ser publicado lo será en forma de libro, o al menos irá a parar a una publicación especializada en literatura, puede trabajar más libremente en su creación porque, de alguna manera, se siente como en familia. Cuando uno sabe que ese texto será publicado en una revista, automáticamente y sin ninguna clase de presión visible exterior, le pone al texto sus límites porque sabe que ojos no familiares recorrerán esas líneas. Uno escribe como si se pusiera traje y corbata para salir a la calle o, al menos, evitara mostrarse en calzoncillos; en todo caso, es lo que a mí me sucede. Creo que por ese motivo el lector notará sin duda que hay ciertos abismos a los que no se desciende y ciertas alturas que no se alcanzan."
(Mario Levrero, en el prólogo de Irrupciones, recopilación en libro de columnas publicadas en la revista uruguaya Posdata. Es una trampa: luego de anunciar de esta manera espejitos de colores, M.L. se dedica alegremente a repartir rubíes y diamantes. Hay fragmentos de Irrupciones en la Web: aquí y aquí. Para terminar, una casualidad de esas que no existen: Jorge Mario Varlotta Levrero me escribió en un email que todo el mundo llama a este trabajo "Interrupciones"; si se busca en Google "mario levrero irrupciones", la página de resultados termina preguntando amablemente "Did you mean to search for: mario levrero interrupciones".)

[11/4/2012]

Lo de "La idea fija" ahora está acá. Poesia.com no aparece. Google ya no sugiere "interrupciones", y vale la pena hacer la búsqueda porque hay muchos resultados valiosos.

Inicialmente los libros iban a ser cuatro, de los que quedaron dos, publicados por la editorial De los flexes terpines. En 2007 Punto de Lectura hizo una edición de los cuatro juntos, que no vi.

El 31 de marzo de 2002, hablando por mail sobre las Irrupciones y los libros (de todo lo cual yo todavía no había visto nada), Jorge me manda la colección de las columnas para Posdata. Escribe:

"Ooops. No tengo, no me explico por qué, los archivos de los que serían los originales de los libros. De modo que te envío una versión anterior, no del todo corregida, más el prologo al cuarteto que por ahora es dúo. No estoy seguro de que estén todas las irrupciones de los dos libros; tal vez falten, o más probablemente sobren.

"Bueno, sí, sobran algunos, y le faltan dibujos (la magnífica serie del ratón Mouse!). Como compensación, encontré el dibujo original (original.jpg) que tendrás el privilegio de ver en color; en el libro salió en blanco y negro."

Así que acá está, original.jpg, tal como me llegó:
(Sí, encontré unos cuantos mails que intercambiamos Jorge y yo por aquel entonces, fuera del maldito archivo impenetrable de Outlook.)

Glen Baxter

[11/4/2002]

La página 94 de "The billiard table murders. A Gladys Babbington Morton mistery", de Glen Baxter. Una especie de "novela dibujada" indispensable para los aficionados al humor surrealista. Entre los blurbs de la contratapa sobresale este del Financial Times: "Unputdownable." (Reproducido sin permiso. Pero bueno, la intención es promover la obra de este maestro, y así como está entra en lo que se llama "fair use".)

[11/4/2002]

Más que surrealista, tal vez habría que llamarlo absurdo, o nonsense. Glen Baxter en Wikipedia. The Billiard Table Murders en Amazon.

Conocí la obra de Baxter a través del libro El rayo inminente, publicado audazmente por Anagrama en 1985. No era mío el libro, así que lo perdí de vista. Luego conseguí esta novela dibujada, en inglés. Y pasaron diez años sin más Baxter en mi vida.

Hace pocos días encontre The Impending Gleam (no veo un buen link), la versión original de El rayo inminente, edición de 1983, medio inconseguible, en Better World Books. A cinco dólares. Lo compré, y me llegó la semana pasada. Esta es la tapa:


Es largo explicar por qué buscaba este libro, luego de tanto tiempo. Pero no tiene nada que ver con la Mágica Web. Ni me había dado cuenta de que venía este post. Las casualidades existen.

Comentario de Lucas

[11/4/2002]

Lucas Worcel comenta en su weblog lo que escribí sobre su sitio Avioncitos de Papel, y de paso derrama sobre mí un par de frases halagadoras. Lo divertido es que su comentario recrea (y se divierte con) el estilo que yo usé: una recarga notable de links. Muy bueno, Lucas. Y gracias.

[11/4/2012]

Lucas dejó caer su dominio korochi.com.ar. Pero sigue teniendo korochi.com. De todos modos, borró la mayor parte del archivo, así que aquel comentario ya no existe.

En cuanto al link a la Mágica Web, lleva a una página donde están todos los posts de abril. El problema es que por entonces no les ponía título a los posts, así que los viejos links no andan bien (largo de explicar). El correcto para este post en particular es este. Aquí, en MW+X, el link es este otro.

Todo tan frustrante.

martes, 10 de abril de 2012

Crisis en el club de fans

[10/4/2002]

Las hermanas Adriano, Ana y Laura, de 19 y 17 años, deciden renunciar al club de fans de Josh & Posh. Además de las continuas desavenencias con Nancy Oriega, 18 años, presidenta del club, las impulsa la aparición en los charts de Sweetie Pie, una banda que sabe llegar a los corazones de las jóvenes tal vez aún mejor que Josh & Posh.

Tras anunciar la renuncia por teléfono, Ana y Laura van a la sede del club, que también es la casa de Nancy Oriega, a retirar los tesoros que depositaron como prenda el día que se asociaron. Allí hay un cabello de Posh, una foto autografiada de Josh, varias entradas a espectáculos del dúo, y otros items menores. Pero Nancy les corta el paso.

—De ninguna manera —dice—. No pueden llevarse los tesoros si antes no renuncian formalmente. Y no pueden renunciar formalmente si no están al día con las cuotas del club.

—Está bien —acepta Ana, la más negociadora de las hermanas—. Es verdad que terminó el mes y no pagamos. Aquí está el dinero. —Y entrega a Nancy un billete.

—Ahora, los tesoros —exige su hermana Laura.

—Todavía no —responde Nancy, con una sonrisa malvada—. En este mismo momento, por conducta indecorosa, las expulso del club. Y la gente expulsada no tiene derecho a los tesoros.

—¿Conducta indecorosa? —pregunta Ana.

—La gente murmura cosas sobre Sweetie Pie —desliza Nancy.

Las hermanas se quedan en silencio por un momento. ¿Qué responderán? ¿Podrán recuperar los tesoros que tanto esfuerzo les ha llevado conseguir? ¿Se saldrá Nancy con la suya? ¿Qué oculta Dorita, 16 años, integrante del club, en el cajón de su mesa de luz, que cierra de golpe cada vez que alguien entra a su habitación sin aviso? ¿Cómo responderán Josh & Posh al avance de Sweetie Pie en el complejo mundo de la música popular? ¿A quién miró Posh a los ojos cuando susurraba "mi amor", parte de la letra de su mayor hit? ¿A quién sonreía Milo, el rubio de Sweetie Pie, cuando Ana consiguió tocarle el pelo a la salida del camarín?

(Creo que finalmente tengo argumento para un buen thriller. Empecé bien, y sólo necesito trescientas páginas más de esto. ¿Alguien paga un buen anticipo?)

[10/4/2012]


¡Por fin empiezan a aparecer los cuentos delirantes que escribí en la Mágica Web! Estaba ansioso esperando este momento.

Eso sí, todavía no tengo respuesta para ninguna de esas preguntas.

Chistes, con Douglas Wright

[10/4/2002]

Hace unos años, Douglas Wright y yo hicimos una serie muy larga de cartoons, o chistes visuales. Como todavía tenemos los derechos disponibles, decidimos empezar a publicarlos en la Web, de a poco. ¿Y qué lugar más amistoso que éste, MágicaWeb? Presentamos, entonces, los primerops 24 chistes. El dibujo corresponde al número 1, que, como los demás, tiene un texto al pie que completa el sentido. Está claro que si no reproduzco ese texto acá es para alentar al visitante a que vaya hasta la página para leerlo.

Los chistes están firmados "Douglas/Fripp". Fripp es un viejo seudónimo mío, que no uso desde tiempo atrás. Ahora que lo veo empiezo a extrañarlo.

[10/4/2012]

Eso fue lo último que hicimos con esos chistes. No subí más. En su momento los habíamos entregado a una empresa que los sindicalizaba, pero no tuvimos resultados. Después los olvidamos. Los primeros 24 siguen ahí. Los demás siguen en un cajón.

Lo que no me acuerdo es cuándo los hicimos. Sí puedo decir la época: fue entre 1988 y 1993. Lo sé porque me acuerdo dónde vivía yo mientras los hacíamos.

lunes, 9 de abril de 2012

Novedades en el sitio de Graciela Montes

[9/4/2002]

Hay muchas novedades en el sitio de Graciela Montes. El viernes cinco de abril agregamos dos conferencias en la sección Escritos:
  • "Mover la historia: lectura, sentido y sociedad", dicha en Madrid en noviembre de 2001 ("No parece cierto que las generaciones más jóvenes, en general, lean menos que las viejas, en general. Tal vez mis hijos ya hayan leído a esta altura más de lo que llevo leído yo. Pero son otras las lecturas, y otros los modos de leer seguramente. La lectura muta, cambia, deberá ser refundada una y otra vez, pero sería un error darla por muerta. No es tan fácil deshacerse de la insatisfacción humana, de la mirada consciente, y Prometeo no llora sobre su hígado desgarrado, sino que se pone de inmediato a generar uno nuevo."), y
  • "Retirados a la sombra de nuestros párpados", dicha en Cipolletti en setiembre de 2001 ("Es el vacío de sentido, el sinsentido, lo que genera lectura. Es la perplejidad frente al caos lo que nos lleva a la construcción de cosmos. Es la intriga lo que despierta la actividad de recolección de indicios. Es la conciencia de desconocer lo que genera la producción de conocimiento. El vacío es el punto de partida. El silencio habilita la palabra. Igual que con la respiración. El aire no entra abriéndose paso a toda costa en los pulmones, presionando contra ellos, sino que primero se tuvo que haber abierto el tórax y hecho el vacío esponjoso, sólo entonces fluye el aire para cubrir esas celdas vacías. La lectura también tiene su respiración, y el enigma viene antes que la lectura").
Además, está el capítulo primero de Y el árbol siguió creciendo.

En la sección Otras Voces hay ocho fragmentos nuevos, de Dino Buzzati, Oliverio Girondo (por dos), Ives Bonnefoy, Silvana Franzetti, Horacio Clemente, Stuart y Humberto Megget.

[9/4/2012]

Como ya aclaré antes, hace tiempo que el sitio no existe más.

Es posible encontrar algunos textos en la Web. Por ejemplo las conferencias:

domingo, 8 de abril de 2012

Construye tu propia vaca

[8/4/2002]

The Ultimate Build Your Own Cow Page.

[8/4/2012]

Lo dicho. Sigue ahí, y no parece que nadie lo haya superado en estos diez años. Y no es que hayan faltado intentos.

Dibujar en el paisaje

[8/4/2002]

"The Brighton Elephant" es una obra de arte, un dibujo virtual, hecho mediante un recorrido por las calles de Brighton con ayuda del GPS (Global Positioning System). En la página hay distintos modos de verlo: lo mejor está bien abajo, con el elefante dibujado sobre las calles.

El artículo donde encontré esta obra (y otras) es Drawing (and Doodling) With Countryside as Canvas, por Matthew Mirapaul, en el New York Times: "In small but growing numbers, digital artists are making the Global Positioning System their brush or pencil. Like traditional artists, each employs this technology for vastly individual creations."

[8/4/2012]

Buscar "GPS Drawing" en Google es una aventura que puede ocupar los próximos días de cualquier persona. No estoy seguro de recomendarlo.

Pero, por ejemplo, es imposible no ir a ver esto de 2008: World's biggest drawing created with the help of GPS and DHL (Engadget).