lunes, 20 de mayo de 2013

Peatón y yo

[20/5/2003]

Voy manejando por una avenida muy ancha. Allá adelante un peatón, sin semáforo ni nada, empieza a cruzar corriendo. Bajo la velocidad para darle tiempo de pasar sin peligro. Cuando ve mi reacción deduce que ya no necesita apurarse, y él también baja la velocidad. Entonces, por las dudas, freno un poco más. Ahora el peatón ya no corre, camina. Y como no hay otros autos, se permite un poco de distracción: mira hacia atrás, levanta algo del piso. Poco a poco me voy deteniendo, y él también. Terminamos frente a frente, los dos inmóviles, él bajo la lluvia y yo bajo mi techo portátil, mirándonos para siempre.

2 comentarios:

  1. Le veo cara conocida. Hace años que lo veo ahí parado. Me mira, camina hacia atrás y levanta algo del piso. Me observa con una calma tal, que me aterra, y empiezo a dar marcha atrás. El tipo sigue en línea recta, perpendicular a mí, caminando hacia atrás. Eso me produce escalofríos y acelero aún más, siempre en sentido contrario. Es impresionante la facilidad del tipo para correr hacia atrás. Debe ser de otro planeta. ¡pánico! acelero más y más, hasta que me pierdo en una avenida, cada vez más angosta.

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  2. Pero para siempre, puede ser sólo un instante...

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