jueves, 12 de abril de 2012

El ciudadano de mis zapatos

[12/4/2002]

"No distingo lo que quería hacer de lo que sólo se parece a lo que quería hacer de lo que es para el otro lado de lo que quería hacer. Si tenía ganas de ser corredor de coches termino subido a los autitos chocadores y, lo que es peor, no entendiendo por qué si tienen ruedas y volante y acelerador no me siento como quería. Debe ser, me lo explico, que no quería ser corredor de coches. Y esa manera de corregir mi error es, otra vez, un error. Como el que se interna en un bosque tirando miguitas y no deja de hacerlo nunca, en la seguridad de que no se va a perder pues está tirando miguitas. Al poco tiempo todo el bosque está lleno de miguitas que indican todos los caminos posibles y ocultan el primero. Contar esta historia es una manera de mantener las manos ocupadas, para que ya no sigan en la valiosa tarea de tirar miguitas. Con la esperanza de que algo se despeje, de lograr desandar algo, ahora voy dejando palabras."
(Luis María Pescetti, en la muy conmovedora novela El ciudadano de mis zapatos, Premio Casa de las Américas 1997. El capítulo 1, completo, está aquí.)

[12/4/2012]

Nuevo link para el capítulo 1, esta vez en la edición corregida de Punto de Lectura, 2004. (Este fragmento sigue igual.)

Esto de las casualidades a veces sorprende en serio. En el post inmediatamente anterior hablabla de las Irrupciones, que inicialmente publicó otra editorial, pero en estos diez años reeditó Punto de Lectura. Y ahora, en el post siguiente, hablo de El ciudadano de mis zapatos, que inicialmente publicó ottra editorial, pero en estos diez años reeditó Punto de Lectura. No es que mencione tantos libros por aquí. Y menos esa editorial en particular. ¿Qué falta ahora?

1 comentario:

  1. El anticipo. Creo que sigue faltando el gran anticipo para cobrar. Seguimos participando.

    Y fuera de broma, qué buena cita y sí, qué novela conmovedora.

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