jueves, 30 de agosto de 2012

Santa Rosa

[30/8/2002]

En Buenos Aires zafamos de la tormenta de Santa Rosa. La había anunciado el Servicio Meteorológico Nacional, pero más el verano exagerado de los días anteriores. Tanto calor, tanta humedad debían terminar en una catástrofe de agua, viento, cortes de luz, granizo, evacuados, titulares, de todo. Pero no. Llovió un poco, claro. Bajó la temperatura, un montón. Hasta ahí. A las pocas horas había vuelto el invierno y estábamos libres de culpa y cargo. Algo al fin por lo que no tenemos que pagar demasiado.

*

Camino por la Avenida Crámer. El aire está fresco, picante. El cielo, empapelado con nubecitas decorativas y un azul estridente. Hace el frío necesario para que los músculos se activen, los pulmones revivan, el cerebro no tenga otro remedio que acusar recibo del mundo exterior. Da la sensación de que se vive más así, se puede absorber más, hay otro contacto con la realidad. Me pongo a pensar en describir esto en una pequeña pieza literaria, en realidad me pongo a elaborar un final cínico para esa pequeña pieza literaria, que debería tener más o menos esta forma: "Camino por la Avenida Crámer. Intento hacer eso, aquello, lo otro (aire limpio, sentirme vivo, bla bla bla). Pero no puedo." Sin embargo, no lo voy a escribir así, sería mentira: no estoy intentando nada, excepto tramar algo que tal vez escriba. Las señales del exterior disparan señales internas, y las señales internas acaban por relegar las otras a un segundo plano.

*

Mientras tanto, ese chico de once años está paralizado, con la boca abierta, las pupilas dilatadas, las manos en el aire, contemplando durante un minuto entero el afiche erótico de la cerveza Brahma.

*

Ya no hay tormentas de Santa Rosa. Sólo quedan tormentas de Santa Rosca.

miércoles, 29 de agosto de 2012

"En la hora cero, fue el Big Bang"

[29/8/2002]

Historia Universal en palabras de cuatro letras o menos.

[29/8/2002]

Yahoo! habrá cerrado Geocities, pero Iván Skvarca mantiene en pie todos los contenidos de Juegos de Ingenio: Historia Universal en palabras de cuatro letras o menos.

Después te cuento

[29/8/2002]

Después te cuento con detalle, pero quería adelantarte que fue impresionante. Algo que no se puede describir en dos palabras. Por eso lo dejo para más tarde, cuando tenga tiempo de mandarte un mensaje largo y completo. Lo único que quería decirte ahora es que no te podés imaginar la sorpresa, hasta qué punto todo era diferente, a la vez mejor y peor, pero más que nada inesperado. Pensé mucho en cómo contártelo, y llegué a la conclusión de que lo mejor era por escrito, incluso empecé un relato torpe y desmañado, demasiado rápido, que inmediatamente borré (qué suerte esto de las computadoras, que permiten borrar sin dejar rastros), prefiriendo la posibilidad de empezar de nuevo en otro momento, cuando la situación, sobre todo mi situación interna, lo permita, y cuando las sensaciones se hayan asentado lo suficiente como para ser más objetivo, más claro, más preciso. Ya estoy saboreando la primera frase de ese relato pendiente, que tengo casi completa en la cabeza pero no me atrevo a escribir todavía, no mientras no pueda continuarla con la segunda frase, que por ahora es sólo una sombra en el fondo de mis ideas, en ese sitio donde se mueven los fantasmas y uno apenas puede empezar a reconocerlos, y la tercera, que apenas me atrevo a soñar aunque sé de una palabra que sin duda va a estar ahí, y la cuarta, de la que definitivamente lo ignoro todo. Así que te pido paciencia, que confíes en mí, que esperes. Todo va a llegar, y llegaría antes si tantas cosas no se interpusieran en el camino: trabajo tal vez, tan útil como excusa y tan poco creíble cuando lo que está en juego es así de importante y perentorio, pero también la necesidad de algún procesamiento privado, en soledad, antes de largar el tema hacia afuera. Ahora no puedo profundizar; peor aún, me siento incapaz de hilvanar las ideas, los retazos de ideas, los átomos que forman esos retazos de ideas, los quarks que de alguna forma construyen partículas elementales que, en una complicación creciente, edifican esos átomos. Y, en definitiva, por encima de lo demás, como algo que se interpone entre mi intención de hacer la crónica y su concreción, lo que pasa (y ahora mismo miro el reloj, lo miro de reojo con un poco de temor mientras te escribo esto, con un tercio de mi atención en las agujas, otro tercio en los dedos que bailan sobre el teclado y otro tercio, todavía, en la descripción de los eventos sobre los cuales te escribo), lo que pasa, te decía, es que estoy apuradísimo.

Nimbus 2000

[29/8/2002]

Amazon.com: Customer Reviews: Harry Potter Nimbus 2000 Broom by Mattel. Para obtener el mejor efecto, leer primero la cuarta reseña de los compradores ("This toy was #1 on my daughter's Christmas list..."), luego las números 1 ("When my 12 year old daughter asked for this for her birthday...") y 2 ("My 12 year old daughter is a big Harry Potter fan..."). Parece que la escoba en cuestión tiene baterías y vibra. (Vía Childrens-Writers list.)

[29/8/2012]

¡Qué pena que la página de Amazon no exista más! ¿Cuánto habrá tardado Mattel en retirar ese juguete?

martes, 28 de agosto de 2012

Acabando con el hambre

[28/8/2002]

"The sickening champagne and caviar lifestyle being enjoyed by Earth Summit delegates was exposed yesterday. They are gorging on mountains of lobster, oysters and fillet steak at the Johannesburg conference — aimed at ending famine." (The Sun Newspaper Online)

[28/8/2012]

El link no anda más, pero The Sun conserva el artículo en otra parte. La fuente, claro, no es demasiado confiable. Pero por alguna razón uno tiende a creer lo que dice.

Novela de aventuras

[28/8/2002]

Estoy en un mundo que no es el nuestro. Puede ser la Tierra, pero en todo caso se trata de una Tierra paralela, o de otra época. Llegué aquí sin proponérmelo, arrastrado por un fenómeno natural (una grieta en el espacio-tiempo, el paso veloz de un agujero negro, algo así) o artificial (una máquina que funcionó mal), o tal vez psicológico (una alteración de la conciencia que afectó la realidad).

Este mundo es en casi todos los aspectos idéntico al que conocemos. Hay arriba y abajo, el cielo es azul, la atmósfera respirable. Hay reino mineral, reino vegetal, reino animal. Hay seres humanos. Sorprendentemente, se habla mi idioma. Es primavera, por lo menos en el sitio donde he venido a parar.

Sin embargo, algo difiere por completo de lo normal. Puede ser que los animales hablen. O que haya otra especie inteligente, coexistiendo con los humanos. O que la magia sea verdadera. O que telepatía, telequinesis, precognición sean cosa de todos los días. Esto, que debería alterar profundamente la estructura física del universo, no lo hace. Habrá sin duda alguna ley fundamental que corrija las cosas para dar cabida a semejante realidad.

Por lo demás, se trata de un mundo semi rural, anterior a la revolución industrial. Las pocas ciudades son centros de comercio donde todo el mundo está enfermo y tiene los dientes podridos. Casi toda la gente vive en pequeñas aldeas o casas escondidas en medio del bosque. Hay posadas donde por una moneda se puede comer, beber y dormir en una cama a la que de noche atacan los merodeadores nocturnos.

Al principio soy completamente ignorante. No sé nada del sitio en que estoy. Pero unos pocos encuentros afortunados me enseñan todo lo que necesito. Pronto estoy al tanto de la geografía, las costumbres, los peligros que me rodean. También obtengo ropas adecuadas, una personalidad falsa que me ayude a pasar inadvertido. Y, sobre todo, varios compañeros de aventuras.

Lo único que me interesa es volver a mi mundo. Pronto descubro que para lograrlo debo hacer un largo recorrido. Una búsqueda, tal vez, o el viaje al otro extremo del continente. La mayor parte del recorrido deberá ser hecha a pie, afrontando riesgos impensados. El objetivo es encontrar a alguien que me ayudará a regresar; o tal vez reunir ciertos ingredientes, plantas o minerales, para crear una poción mágica; o atacar y vencer a ciertos seres despreciables.

Me pongo en marcha, junto con mis compañeros. Son unas pocas personas (el término puede incluir no humanos), valientes, nobles, que desean ayudarme en mi emprendimiento pero también tienen sus propios objetivos. Lo más probable es que alguna profunda injusticia de su mundo los movilice, y que al acompañarme puedan alcanzar un modo de remediarla. O que simplemente empiecen escapando de algo terrible; pero aún en este caso, la huida se irá transformando lentamente en la búsqueda de una victoria sobre sus malvados enemigos.

De a poco, los objetivos de mis acompañantes se convierten también en los míos. Que se entienda bien: sigo deseando el regreso a mi Tierra por encima de todo, pero la ética me obliga a posponerlo hasta haber resuelto los problemas de esta otra Tierra.

Un episodio central es el encuentro con una mujer de la que me enamoro, y que también se enamora de mí. Hay idas y vueltas, malentendidos, sentimientos encontrados. Pero de una u otra forma el romance estalla como un sinfín de fuegos artificiales y se convierte en un ingrediente central del resto de la aventura.

La cantidad de obstáculos, problemas, reveses, crece en función del número de páginas que ocupa la novela. Pero el momento cumbre llega, irremediablemente. Diezmados, agotados, casi sin recursos, logramos por último nuestro objetivo, probablemente por medio de una combinación de fuerza e inteligencia, picardía y nobleza.

Hay una escena conmovedora y esencialmente insoluble. Mi enamorada y yo pertenecemos a mundos diferentes. Si queremos seguir juntos, uno de los dos deberá abandonarlo todo. La cuestión puede zanjarse de diversas maneras, pero una bastante probable es que los acontecimientos terminen forzándome a volver, abandonándola allá. Esto, desde ya, no es definitivo. En una última escena me encuentro investigando cómo abrir un camino que comunique con el mundo de mi aventura, de ida y vuelta, una y otra vez, a voluntad. Así queda abierto el campo para el segundo volumen de la saga.

Tiny little hairs

[28/8/2002]

"Tiny little hairs and not any kind of chemical glue help a gecko race up and down vertical surfaces as smooth as glass, researchers reported Monday." (CNN.com)

[28/8/2012]

Esto es raro. No que la página de CNN no exista más, a eso ya nos acostumbramos. Lo raro es que en el sitio de la Campbell University tengan esa página perdida, con logo y todo, tal como estaba entonces.

lunes, 27 de agosto de 2012

En qué quedamos

[27/8/2002]

Quedamos en hablar por teléfono para ver cuándo nos encontramos para arreglar el día en que podré visitarlo para que me diga cuando y dónde me va a entregar unos cheques cuya cantidad, monto y fecha son todavía temas que no hemos empezado a conversar.

domingo, 26 de agosto de 2012

Aleteo

[26/8/2002]


De paseo

[26/8/2002]



(Figuras armadas por Gabriel.)

Overflow

[26/8/2002]

Estaba haciendo mis tareas habituales en la computadora cuando apareció el temido anuncio: "Warning: Data Overflow!" Miré hacia la máquina y era cierto. Ahí empezaba a asomar el charquito de datos, por una esquina del gabinete.

De inmediato apagué todo, para que no se crearan más datos, y retiré la carcaza del gabinete. Por supuesto, el bidón de datos estaba repleto. Chorreaba. Fui corriendo a la cocina a buscar un jarro y una esponjita. Con la esponjita me puse a juntar los datos derramados y a echarlos cuidadosamente en el jarro. Hice el mejor trabajo que pude, dadas las circunstancias, y considerando el molesto temblor que el pánico suele producirme en las manos. Cuando terminé con la parte derramada, saqué el bidón del gabinete y eché un chorro más en el jarro, para evitar cualquier accidente posterior.

Conté la plata que me quedaba. Alcanzaba bastante justo, pero no podía hacer otra cosa, así que fui a un negocio que queda a la vuelta y compré un bidón más grande. Volví. Saqué el bidón viejo y probé el nuevo: la medida ideal. Con infinita paciencia y cuidado trasvasé dato por dato, gota por gota, todo el contenido del bidón viejo en el bidón nuevo. Después agregué lo que había metido en el jarro. La buena noticia era que todavía quedaba cosa de un cuarto de bidón libre. La mala noticia, como siempre en estos casos, eran los restos de humedad que aquí y allá indicaban pérdida irremediable de información.

Encendí la máquina. Funcionaba. Puse la carcaza en su sitio. Y así estoy ahora, trabajando con temor, esperando descubrir dónde falta algo, qué fragmentos del universo que guardo en mi computadora han desaparecido para siempre.

Rectángulo de luz

[26/8/2002]

Esta mañana, a las siete y media, mirando perdidamente en una dirección que pasaba junto a la cabeza de mi mujer, atravesaba la ventana del living, se extendía a través del centro de manzana y de la línea de edificios bajos que dan sobre Blanco Encalada, una dirección que entraba sin darse cuenta por otra ventana de otro living, de pronto vi un televisor encendido. Era un rectángulo de luz cambiante, mucho más pequeño que la luna pero con más brillo. A esa distancia no pude reconocer nada, no sólo en la pantalla sino en la habitación donde estaba esa pantalla, que para mí resultaba del todo invisible. Pero así y todo era un objeto hipnótico.

sábado, 25 de agosto de 2012

Uno de cada treinta y dos

[25/8/2002]

Report: One in 32 U.S. Adults in Prison, or on Probation or Parole (Yahoo!). Algo anda realmente mal, ¿no? Y no necesariamente, o en todos los casos, en la gente.

[25/8/2012]

En 2006 seguía igual. De un artículo en Wikipedia se desprende que en 2009 también seguía igual (habla de 3,1% de la población, o sea uno de cada 32).

Nuevo juego en Orisinal

[25/8/2002]

An Early Spring. De todos modos, el que más me gusta de los recientes sigue siendo Bauns.

[25/8/2012]

Nuevos links: An Early SpringBauns.

viernes, 24 de agosto de 2012

Y sigue caminando

[24/8/2002]

Graciela Pochiero me envía sus aportes a la serie "Camina como", que empecé aquí, y que Jorge Varlota siguió aquí. Esto escribe Graciela:
Camina como si buscara sus pisadas
Camina como si no estuviera llorando
Camina como en contra de la lluvia
Camina como si allá adelante hubiera algo
Camina como en blanco y negro
Camina como si fuera un juego
Camina como si todavía tuviera pies
Camina como nunca nadie camina

Pistas

[24/8/2002]

Las pistas están siempre ahí. Pero yo las entiendo diez años más tarde.

[24/8/2012]

¿Y qué puedo decir diez años más tarde? Las pistas siguen estando siempre ahí.

Chanzas

[24/7/2002]

Ayer armé tres paginitas con chanzas que fui posteando en este weblog (qué cosa las palabras; "chanza" siempre me sonó a "chancho"; "postear" a "bosta"; tal vez sea una obsesión). Bueno, esas páginas están en la sección Palabras y otros inventos del sitio, y son:
  • Respuestas para acertijos que tal vez nunca llegue a inventar ("Alberto, porque Bernardo le cae mal a Claudia, y Edelmiro no usa chaleco los viernes." Un motivo por el que esto me gusta es que, tras leerlo, en algún weblog se escribió que La Mágica Web es "demasiado matemático", o algo así).
  • Refrases ("El pez por la boca muerde." Esta incluye aportes de quienes hicieron comentarios a mis posts).
  • La hora del payaso ("El capitán se hunde con su barco. El capitán de la industria, con su banco." Esta también tiene algún aporte de amigos, pero menos).
Supongo que reciclar justamente la parte más liviana y tranquila del weblog es un modo de combatir los bajones.

[24/7/2012]

Siempre la necesidad de recopilar. Siempre la de combatir los bajones.

jueves, 23 de agosto de 2012

Traducción automática

[23/8/2002]

Esta página en supuesto inglés, sobre un grupo musical, es una joya de la traducción automática. Y está publicada en serio, como si no contuviera tantos chistes excelentes. Tres ejemplos:
"The group touches to subjects of the best groups of gypsy music"

"Ivan Dimitrov (Gadulka) It was born in Bulgaria"

"L'Orkestina tries to disclose and to make to the public each one accessible of these styles creating a playful atmosphere and améno."
(Gracias a Marcial Souto por el link, y por descubrir esta música.)

[23/8/2012]

Como tantas buenas cosas, la página ya no existe. Si uno busca "The group touches to subjects of the best groups of gypsy music", el único resultado que da Google es el post original en la Mágica Web.

martes, 21 de agosto de 2012

Cosas que no se hacen

[21/8/2002]

Hay cosas que no se hacen. Irse a dormir masticando un chicle es la más estúpida que se me ocurre en este momento.

Cerca

[21/8/2002]

De noche, en la cama, con los ojos cerrados, las cosas parecen estar más cerca.

El monstruo

[21/8/2002]

El monstruo que duerme abajo de mi cama tiene la costumbre de roncar. A veces, cuando lo pincho con una varilla de metal para que se calle, reacciona con un zarpazo o un mordisco. Pero en general se limita a gruñir y darse vuelta, para seguir roncando un minuto más tarde.

Despertar

[21/8/2002]

Estaba remando de regreso cuando me empecé a despertar. Primero desaparecieron los remos. Luego la sensación de movimiento. Por último, el bote. Abrí los ojos justo antes de caerme al agua.

Dientes

[21/8/2002]

Cuando a un chico se le cae un diente viene el Ratón Pérez y le deja algo de plata. En cambio, cuando a un adulto se le cae un diente (y en esto nos pusimos de acuerdo Marcial Souto y yo, hace un rato, hablando por teléfono), viene una rata gris amarronada, recién salida de las cloacas, y le deja una horrible factura del dentista.

Hablan

[21/8/2002]

Hablan. El bebé llora. Él y ella hablan. Y el bebé llora. Siguen hablando, los dos, frente a frente en la mesa del bar, mientras el bebé llora con suavidad en el cochecito, un poco más cerca de ella que de él pero lejos de ambos. No dejan de hablar, ni él ni ella. No deja de llorar, el bebé. Hablan un poco más, otro poco más. Llora un poco más, otro poco más. Qué otra cosa tienen por delante más que hablar. Qué otra cosa tiene por delante más que llorar. Ya casi estamos en septiembre.

lunes, 20 de agosto de 2012

Más de seis meses

[20/8/2002]

Hace más de seis meses que empecé este weblog. Ya no cumplo con aquella especie de compromiso, que asumí conmigo mismo al comienzo, de agregar algo todos los días. Pero es cada vez más fuerte la sensación de que sin el weblog me faltaría algo importante, muy difícil de explicar.

El viejo ciego

[20/8/2012]

Todos los días, a eso de las nueve de la mañana, el viejo ciego caminaba lentamente hasta el final de la pared, en la esquina, donde el bastón llegaba a asomarse al vacío. Nunca iba más allá. Se quedaba unos minutos parado, negando con la cabeza, y entonces daba media vuelta y desandaba sus pasos.

Yo miraba todo desde el kiosco de enfrente, esperando que otras personas, con mejores ojos que el viejo ciego, se dejaran tentar por los colores de las golosinas.

Una vez, mientras el viejo le decía que no al agujero sin forma que tenía delante, salté de mi silla sin pensarlo y me acerqué a él.

—Buenos días —le dije—. ¿Quiere cruzar la calle?

La cara se le iluminó. Giró la cabeza hasta mirar en una dirección que quedaba a treinta grados de mí, como suelen hacer los ciegos, y dijo:

—Si, hijo, sí.

Tanteando un poco logró tomarme el brazo, y ahí fuimos, primero a bajar el cordón, luego a recorrer el asfalto, por último a subir el otro cordón.

—Muchas gracias —dijo el viejo.

No respondí. Me soltó el brazo y se fue en busca de la otra pared, en ese nuevo mundo que empezó a explorar de inmediato.

Volví al kiosco, justo a tiempo para recibir el llamado telefónico. Las noticias me obligaron a cerrar el kiosco lo más rápido posible y, en pocos minutos, salir corriendo en dirección contraria a la que había seguido el viejo ciego. Unas horas más tarde estaba en un avión, viajando a otro continente.

Yo, después de varios años, sigo sin haber regresado. El viejo, no lo sé.

domingo, 19 de agosto de 2012

Sigue caminando

[19/8/2002]

La semana pasada escribí una lista de frases que empezaban "Camina como". Jorge Varlotta la continúa con una serie de hallazgos:
Camina como cruzando un arroyo por las piedras.
Camina como publicitando un shampú.
Camina como si fuera cuesta abajo.
Camina como si fuera cuesta arriba.
Camina como si fuera contra el viento.
Camina como por un piso recién lavado.
Camina como una mujer embarazada.
Camina como tratando de no mojarse el pelo en la ducha.
Camina como si tratara de limpiarse la suela de los zapatos.
Camina como en un desfile militar.
Camina como si llevara una valija en cada mano.
Camina como si buscara un taxi libre.
Camina como si usara un traje de buzo.
Camina como si tuviera que atajar un penal.
Camina como si tuviera una piedrita en los zapatos.
Camina como por un camino embarrado.
Camina como si no recordara bien adónde va.
Camina como por entre unos rieles de ferrocarril.
Este es un poco anticuado: Camina como si llevara un diploma de la Pitman.

martes, 14 de agosto de 2012

Tristeza y misterio

[14/8/2002]

La tristeza por la muerte de alguien que uno ha conocido se hace peor con el misterio de tantas otras personas sobre las que uno no tiene más noticias.

El libro que ríe

[14/8/2002]


[14/8/2012]

Unos años después usé esta imagen y su título para una colección de textos que armé en PDF y puse para bajar en la Mágica Web. Lo presenté así:
A veces, cuando me pongo a escribir, se interpone una especie de veta humorística que no siempre entiendo, y que (admito) los demás entienden todavía menos. El resultado va del chiste tonto al acertijo, de la noticia falsa al relato absurdo, pasando por los dichos memorables de un chico (mi hijo) y ciertos momentos de la vida que de otro modo más valdría olvidar. Esta colección de textos apunta en esa dirección, aunque no siempre dé en el blanco.

Árbol

[14/8/2002]



Leyendo las noticias

lunes, 13 de agosto de 2012

Camina

[13/8/2002]

Camina como si no quisiese llegar a ningún lado.
Camina como si quisiese llegar por otro camino.
Camina como si fuese cuesta arriba.
Camina como si no supiera caminar.
Camina como si estuviera solo.
Camina como si estuviera sola.
Camina como si fuese en dirección contraria.
Camina como si fuese domingo.
Camina como si fuese de noche.
Camina como si fuese viejo.
Camina como si fuese de otra ciudad.
Camina como si fuese ciego.
Camina como si las vidrieras fueran espejos.
Camina como si todos los hombres se diesen vuelta para mirarla.
Camina como si estuviera en el valle perdido de los dinosaurios.
Camina como si estuviera lloviendo.
Camina como si estuviera triste.
Camina como si estuviera nadando.
Camina como si estuviera desnudo.
Camina como si estuviera riendo.
Camina como si tuviese el viento a favor.
Camina como si los sapos supieran volar.
Camina como si quemase las naves.
Camina como si llevara puesta una armadura.
Camina como si viniese de ninguna parte.
Camina como si no caminara.

Girls!

[13/8/2002]

Me escribe Andrea Zablotsky:
Mirá qué dulce el cartelito que pusieron en un negocio que están restaurando, acá a la vuelta:

En letras grandes (sic):

SOLO PERSONAL AUTORISADO
Y más abajo, en chiquito:


(AND GIRLS)

domingo, 12 de agosto de 2012

Un cuento de elefantes

Interrumpimos nuestra programación habitual para dar espacio a un cuento de Silvia Parisi, que la autora me envió por email con autorización explícita para publicarlo aquí.

Un cuento de elefantes
por Silvia Parisi

No hay lugar a dudas: la tierra es redonda, plana, y gira sostenida por la trompa de tres elefantes. Es tan plana y redonda como esos discos de pasta que escucha el abuelo, mientras se mece y se adormece pensando en aquel mar y aquella costa del otro lado del océano. Los elefantes se dedican al mal, al bien y a los sueños, mientras hacen girar la tierra muy rápido, tan rápido que apenas lo percibimos. A eso se debe ese mareo, esa sensación de vértigo que le da a Clara, cada vez que sube un escalón, o entra en un lugar desconocido o cuando el viento cambia de dirección. De pronto, porque sí, accidentalmente, el suelo pierde su estabilidad por un momento y el mundo se vuelve un lugar desconocido. No son las pastillas, ni las hierbas, ni lo que fuma, ni el olor de las flores, ni los recuerdos, es la tierra y su velocidad. Hay dos elefantes que miran hacia el norte y uno que mira hacia el sur. De los que miran al norte, uno es el bueno y el otro es el malo, el que está orientado hacia el sur no hace más que soñar.

Hay una vieja historia sobre los elefantes; dicen que el que sueña perdió su facultad hace mucho tiempo, se le acabaron los sueños. Primero gimió y lloró, después se perdió en la locura. Intentó dejar caer su trompa, movido por el cansancio. Esto alertó a los magos que custodian a los elefantes, quienes decidieron sacrificar a los hombres, para mantener el equilibrio. Es por eso que de noche nos cuesta recordar lo que soñamos. Nuestros sueños son robados para alimentar al elefante. Es por eso que Pablo escribe en signos indescifrables historias que no terminan nunca. Por las mañanas se recuesta sobre su escritorio y tapa con el brazo los bordes de las hojas, no permite que nadie se acerque a sus papeles. Él sabe que alguien acecha sus sueños más preciados. Ni siquiera permite que Clara los lea, él ha inventado códigos y estratagemas, pero igual le cuesta recordar cada día más sus propias claves. Entonces se enfurece y el mundo se vuelve un lugar hostil, no son los medicamentos, ni la tristeza; como dicen algunos, es el elefante y el lugar vacío de sus sueños.

Mientras tanto, en otro rincón de la casa, Nicolás vive su infancia, tirado en el piso, al pie de la antigua máquina de coser. Ve cómo van y vienen las patas de la mecedora, donde el abuelo sueña con el mar y el brillo del sol sobre la playa. Ve los pies de su padre cruzados bajo la silla y los pies de Clara inseguros por el eterno mareo y la cadencia con que se arrastra la púa sobre el disco de pasta y desde el fondo de la madera oye una música, que le hace inventar cuentos de elefantes.

jueves, 9 de agosto de 2012

Una casa igual a la torre Eiffel sobre el monte Everest

[9/8/2002]

Una familia quiere hacerse la casa más rara del mundo y ponerla en el lugar más raro del mundo. Como tienen más plata que Bill Gates, pueden permitirse casi cualquier cosa.

Primero piensan en cómo va a ser la casa.

—Podríamos construirla en forma de globo —dice el padre.

—O de nave espacial —dice la madre.

—O de hormiguero —dice el hijo.

Al final, se deciden por hacer una casa idéntica a la torre Eiffel.

Llaman a un arquitecto especialista en ese tipo de construcciones.

—No hay problema —dice el especialista, conociendo la fama de las cuentas bancarias de esta familia-. ¿Dónde la quieren?

Esa es la siguiente decisión a tomar. Primero descartan algunos sitios donde nadie en su sano juicio querría vivir (el fondo del mar, el centro de Buenos Aires). Y finalmente llegan a una idea los tres al mismo tiempo:

—¡La cima del Monte Everest!

El arquitecto abre la boca bien grande, la cierra, lo piensa dos veces y responde:

—Muy bien. Pero construir una casa en la cima del Monte Everest es muy difícil, así que propongo que la hagamos de un modo original.

—¡Eso, eso, original! —dicen al unísono el padre, la madre y el nene.

—Podemos armar la casa en el espacio —dice el arquitecto—, y luego bajarla suavemente, con la ayuda de cohetes, a la cima del Monte Everest.

Y así se hace. Primero construyen una estación espacial. Luego, en la estación espacial, construyen la casa con forma de torre Eiffel. Y por último bajan la torre, con mucho cuidado, a la cima del Monte Everest.

Completamente encantados, los tres integrantes de la familia entran por primera vez a la casa.

—¡Qué frío que hace! —dicen.

—¡Caramba! —responde el arquitecto—. ¡Me olvidé de la calefacción!

No hay más remedio que volver a elevar la torre al espacio, instalarle la calefacción y volver a depositarla, siempre usando varios cohetes, en su lugar sobre la montaña.

La madre, el padre y el hijo entran en la casa. Está bien calentita, y se ve fantástica. El padre decide ir a la heladera a buscar algo rico y...

—¡Está todo tibio!

—¡Caramba! —dice el arquitecto—. Me olvidé de la electricidad.

Encargan nuevos cohetes, suben la casa al espacio, le agregan las instalaciones eléctricas, bajan la casa a su sitio. Entran.

—¡Qué bien! —dice el padre mientras se hace un sandwich maravilloso con las cosas que encuentra en la heladera.

—Me voy a dar una ducha —anuncia la madre.

Abre la canilla y...

—¡No hay agua!

—¡Caramba! —dice el arquitecto, y no necesita continuar.

Suben la casa, le agregan lo necesario, bajan la casa. El padre se hace otro sandwich, la madre se ducha. El nene...

—Voy a ver la tele —dice.

Prende el aparato y...

—¡Oh! —dice el arquitecto, francamente preocupado—. Creo que...

Ahora están todos un poco enojados.

—Es que resulta muy difícil instalar estas cosas en la cima del Monte Everest —dice el arquitecto—. Y además, caro.

—Eso es verdad —dice el padre.

—Las cuentas bancarias ya no son lo que eran —dice la madre.

—Pero yo quiero la tele —dice el nene.

—Tengo una solución —dice el arquitecto—. Con la experiencia que hemos logrado construyendo la casa en el espacio, sugiero que se queden a vivir allá arriba. Todo será más fácil y más barato, y si falta algo no tendremos que subir la casa, arreglarla, bajar la casa y todo eso.

—De acuerdo —dicen el padre, la madre y el nene.

Y así lo hacen. Con su propia torre Eiffel en órbita baja, viven felices y el arquitecto va y les instala todo lo que se les ocurre cada vez que lo llaman. Al nene lo llevan cada día, en un cohete pequeño, a la escuela.

Agrega Gabriel: Y como vive tan lejos llega siempre tarde. ¡Después de la hora de plástica!

miércoles, 8 de agosto de 2012

Punto ronquido

[8/8/2002]

"Welcome to the Website of www.fiaca.com. Please check back often!"

"Si quiere comprar Bostezo.com haganos una oferta. Consideramos todas ofertas razonables. El precio aproximado por este nombre de dominio es $750."

www.camita.com: "Hier entsteht eine neue Internetpräsenz !"

"Domain Name Pereza.com May Be Available For Sale. (...) Our team is dedicated to offering high technology solutions to businesses, organizations and individuals..."

www.depre.com: "Consors Diraba Entrium Comdirect Zu den Indizes .."

www.yahoraque.com: "No se puede mostrar la página."

[8/8/2012]

Diez años después, casi todos esos dominios están en venta. Significativamente, Google Chrome declara no poder encontrar www.yahoraque.com.

Centro de Confusión al Cliente

[8/8/2002]

Buenos días. Gracias por llamar al Centro de Confusión al Cliente de Ximenez Enterprises.

Para comunicarse con administración de ventas, marque o diga uno.

Para comunicarse con ventas administrativas, marque o diga dos.

Para comunicarse con un interno que no empiece con cinco, marque o diga tres.

Para comunicarse con un interno que no empiece con tres, marque o diga cuatro.

Para comunicarse con la catacumba de pago a proveedores, marque o diga cincoseisnuevedossieteunotresochoceroceroseis.

Para comunicarse con el autor de la musiquita de fondo, marque o diga seisseisseis.

Para comunicarse con Cacho, marque o diga siete.

Para comunicarse con el Departamento de Respuestas Ingeniosas, marque o diga ocho.

Para comunicarse con nuestro Club de Llamadores Frecuentes, marque o diga nueve.

Para comunicarse con servicio técnico, marque o diga.

En caso contrario, marque o diga tecla numeral para oír este menú con ligeras variantes.

Pip.

martes, 7 de agosto de 2012

San O'Neill

[7/8/2002]

Hoy es San O'Neill.

[7/8/2012]

Tuve que explorar un poco en Google para ver qué significaba esto, de lo que no me acordaba para nada.

Resulta que Paul O'Neill era Secretario del Tesoro de EE.UU., y por ese entonces vino a la Argentina, donde "señaló que tiene 'grandes esperanzas' en el pueblo argentino y que el gobierno de George W. Bush ve con buenos ojos las negociaciones encaradas con el FMI" (La Nación, 7/8/2002. El artículo incluye una tierna foto de O'Neill con dos niños a upa, aparentemente de un comedor infantil en Merlo, que fue a visitar. Lo dicho: San O'Neill.)

Eficiencia

[7/8/2002]

El discado por tonos significó un gran ahorro de tiempo con respecto al discado por pulsos. Ti ti ti tí, tu tu tu tú, y ya suena el telefóno del otro lado.

Tanta eficiencia debía ser compensada de alguna manera, y por eso aparecieron esas máquinas contestadoras que empiezan con algún moco de Muzak, presentan una voz empalagosa que ofrece varias opciones inútiles y prometen la rápida atención de una operadora, para dedicarse un rato más a hundirnos el oído en el pantano pestilente de esa música mientras alguien, en alguna parte, se ríe de la broma que nos están gastando, y luego vomitan más voz de Sucaryl para aclarar que "todos nuestros operadores están ocupados; aguarde un instante por favor; si desea dejar un mensaje, presione la tecla numeral" o algo así, y tentarnos con "para volver al menú principal presione 1", con lo que la impaciencia nos arrastra a oír por segunda vez las opciones generadas con el mismo criterio que la clasificación de los gatos en la China de los emperadores, elegir cualquier cosa y acabar un rato más tarde cortando con un golpe seco, para tener la oportunidad de volver a disfrutar, una vez más, del velocísimo discado por tonos con que todo había empezado.

lunes, 6 de agosto de 2012

Cuchara líquida

[6/8/2002]


[6/8/2012]

La encontré grande. (Click para agrandarla todavía más.)

Fauna

[6/8/2002]


Sueño

[6/8/2002]

Van dos mañanas seguidas que me despierto creyendo que acabo de pensar algo para poner en el weblog y no, era sólo otro sueño.

El lado oculto

[6/8/2002]

La luna llena gira con rapidez y muestra su lado oculto a quienes tienen la suerte de estar observando. A mí me entra una basurita en el ojo: tengo que bajar la cabeza para frotármelo. Cuando vuelvo a mirar el fenómeno ha terminado, la luna es la que siempre fue y la que siempre seguirá siendo.

domingo, 5 de agosto de 2012

Tren

[5/8/2002]

El tren que nos trajo de vuelta de Mar del Plata, según Gabriel.



Starburger

[5/8/2002]

"The Hubble Space Telescope has focused on a strange space object that might whet your appetite, a star that resembles a hamburger." (CNN, via Good Morning Silicon Valley.)

[5/8/2012]

El artículo está vivo (milagrosamente, dados los hábitos de CNN al respecto), pero la imagen no. La encontré en el sitio de la NASA, con el artículo correspondiente: "Hubble Astronomers Feast on an Interstellar Hamburger". Pongo la imagen acá, por si se vuelve a perder, y gracias a que todo lo de la NASA está en el dominio público. (Obviamente no es una estrella, como tituló CNN, pero bueno, todo no se puede pedir.)

Fósil

[5/8/2002]


[5/8/2012]

Lo encontré grande (click para agrandarlo todavía más).

Fumigador

[5/8/2002]

Me escribió Graciela Montes, a partir de algo que anoté aquí sobre fumigadores:
Tu historia de los fumigadores llamó a la mía. Tengo uno del que sólo conozco el apellido, se llama Dublin, y es irlandés, por supuesto, o hijo de irlandeses. Ignoro si combate o no a las cucarachas porque en mi departamento, en este momento, no las hay, razón por la cual en las reuniones de consorcio puedo votar enfáticamente por la persistencia de Dublin, ocultando de ese modo mis verdaderas razones por las cuales pretendo que Dublin siga viniendo a mi casa. Otros propietarios opinan que nunca hubo tantas cucarachas como ahora, y que Dublin habla demasiado. Tienen razón, algún grado de logolalia tiene. Pero ése es justamente uno de sus rasgos más queribles. No sólo por el decir en sí sino por lo que dice. Dublin es una persona extraordinaria. En Navidad, una Navidad de hace algunos años, nos explicó que en realidad él no era fumigador sino teólogo, hizo varias referencias a pasajes puntuales de algunos evangelios, y al salir nos bendijo (de palabra y sin usar el chorro de su máquina de fumigar, que bien habría podido, dada la devoción que despertó en nosotros su revelación en un momento tan proclive a la parusía). En otra ocasión, y hace también unos años, entró a casa (siempre lo dejamos pasar, por supuesto) y vio a Diego estudiando en el comedor. Le preguntó qué estudiaba. Cuando Diego le dijo que estaba estudiando latín, se despachó de inmediato con algunos latinajos, Diego dice que incomprensibles, pero seguramente por culpa de su insuficiencia en latín (la de Diego, no de la del fumigador, de quien ya sabíamos, o estábamos por saber, no me acuerdo, que era teólogo). A partir de entonces y hasta la fecha, Dublin nos ha dado progresivas muestras de su omnipresencia (lo que hace pensar que posiblemente no se trate de un teólogo sino de un teo liso y llano). Viendo que Ricardo es afecto a los llamadores, de los que tiene más que cincuenta, casi todos manitos (de hierro o de bronce), aseguró que él, en su estancia, tenía algunos valiosos, realmente viejos, mencionó como al pasar, sin que pudiérarmos establecer con certeza el link correspondiente, el nombre de Juan Manuel de Rosas (tampoco nos sorprendió, dadas las conexiones, estas sí muy establecidas, del Restaurador de las Leyes con el Imperio Británico), dijo que al mes siguiente le traería dos al menos. Ricardo, iluso (su amor a los llamadores es grande), esperó en vano la llegada del fumigador. Llegó puntualmente, pero sin los llamadores, que nunca llegaron. En el medio habían intervenido algunos acontecimientos sorprendentes y catastróficos en "la estancia", como ser incendios, desalojos, batallas entre herederos, etc. La historia se prolongó por varios meses. Podríamos habernos desengañado de nuestro fumigador, sin embargo no fue así. Seguimos escuchando con mucho interés lo que tenga para decirnos. Desde entonces nos relató varias cosas más o menos intrascendentes pero siempre rutilantes, como ser que los dueños del espeto corrido que había en la esquina de Crámer y El Cano y que se llama "Sartenes" (se llamaba en rigor, aunque el nombre sigue subsistiendo, porque murió el referente) era amigo de él, no recuerdo qué favores le debía (bendiciones, traducciones del latín, llamadores) y seguramente iba a estar dispuesto a atendernos especialmente bien si íbamos de su parte, de parte de Dublin, digamos. En otra oportunidad nos contó que era orfebre y que diseñaba las joyas de Moria Casán, preguntó si podíamos tener interés en conocerla personalmente. Declinamos la oferta. Unos días después del derrumbe de las Torres Gemelas nos relató que su yerno se había salvado por un pelo ya que se estaba dirigiendo hacia allí con un maletín lleno de dólares (o tal vez fueran llamadores, en todo caso formaban parte del préstamo acordado por el Banco Mundial a Guatemala), cuando algo lo distrajo, salvándole la vida. Nos alegramos con él por la narrow escape, como dicen los ingleses, y también él, nuestro fumigador, que cada tanto deja caer algo en inglés por el pasillo de mi casa. La última vez que vino y pude ser yo la del privilegio de recibirlo (a menudo viene cuando no estoy y siempre me deja ceremoniosos saludos), me contó que tenía un contrato en Canal 26, donde seguramente se lo podría ver a partir de julio: iba a hacer de payaso. Para demostrarlo, sin soltar la máquina de fumigar y enfundado en su prolijo guardapolvo gris oscuro con tablas (es formal, siempre viene de corbata), dio algunos pasitos en la puerta del baño y dijo algunas frases en falsete y en verso. Me acuerdo de una: "Como dijo Camaño, ya acabé con el baño". Dijo que era la rutina de su personaje. Al salir ya había recuperado su prestancia de teólogo, se despidió dándome la mano, como siempre.

No quería que dejaras de conocer a Dublin, tal vez tengas suerte y algún día lo contraten en tu edificio, te digo para que a él sí le abras la puerta. De todas formas reconozco que, hasta ahora, no hizo ningún círculo mágico en torno a una cucaracha, pero eso se debe a que, como te dije, no hay cucarachas. La del segundo dice que tiene, pero seguramente es porque no entablaron la relación correcta con Dublin.
[5/8/2012]

El post original sobre fumigadores está también acá, en MW+X.

(Links)

[5/8/2002]

De la nota "Tres iniciativas populares apuestan a la red para cambiar la política argentina" (Clarín; las itálicas son mías.)
En la dura tarea que supone "empujar" su iniciativa, cuyo texto fue redactado por el profesor consulto de Derecho Constitucional de la Universidad de Buenos Aires, Miguel Padilla (¿link CV?), Lalanne le asigna un enorme potencial a los soportes electrónicos: "En Internet conviven más de 3 millones de argentinos que, por su perfil, podrían apoyar este tipo de iniciativas". Convencido de la necesidad de comprometerse con el cambio que la Nación reclama a gritos, el joven abogado porteño destaca los avances que representan las leyes de financiamiento político (agregar link) e internas abiertas (agregar link) pero cree que es necesario seguir modificando el sistema electoral.
Es todo así. O alguien tenía demasiada fiaca para poner los links faltantes, o Clarín no apuesta a la red. (Gracias a Luisa por el dato.)

(Actualización: Luisa me hace notar lo siguiente: "Aleluya. Nuestra perlita ha sido corregida. Desaparecieron las referencias internas y aparecieron —en algunos casos, en otros no— los links. Evidentemente, esto ha sido una muestra más de la conocida filosofía 'Publique ahora, escriba después'.")

[5/8/2012]

Hay que reconocer algo: diez años después, el link sigue siendo válido. Eso sí, el inapreciable "(¿link CV?)" sigue ahí.

Prevención

[5/8/2002]

El clima, durante las dos semanas de vacaciones de invierno, fue maravilloso, soleado, radiante. Hay que decirlo, anotarlo, insistir con eso. Hay que lograr que quede en el recuerdo, para no deprimirse tanto con las futuras lluvias, los futuros fríos, las crisis, las depresiones, las noticias, las tragedias, los temores, y tanta cosa que seguirá viniendo siempre, sin aviso previo, y aparentemente sin compensación alguna.

viernes, 3 de agosto de 2012

jueves, 2 de agosto de 2012

Tres por tres

Dos viejas en la vereda. Una, del lado de la calle, mira de reojo cómo me acerco. La otra, del lado de la pared, gesticula ampliamente y dice:

—Mientras hablaba se inflaba, se inflaba, se inflaba.

*

Los dos están en la entrada de un edificio de departamentos. El muchacho mira a los ojos de la chica como si los suyos fueran rayos láser. O, mejor, ametralladoras. Ella mira un poco al costado, tratando de encontrar otra cosa a la que prestar atención. Él dice:

—No querés darte cuenta, eh. No querés darte cuenta, eh. No querés darte cuenta, eh.

*

Me cruzo con ellas por la vereda. La mujer más joven lleva de paseo una cosa ratonesca con una de esas correas que se alargan, a varios metros de distancia. Viene hablando, la mujer más joven. Señala en dirección al bicho con pelos:

—...y estaba atacando. Mi perro se quedó mirándolo, mirándolo, mirándolo...

Menester

[2/8/2002]

Oyendo a un amigo que hablaba por teléfono entendí finalmente de dónde viene la expresión "lo que sea menester". En realidad lo escribimos mal, aunque pronunciándolo de corrido suene bien: no es "lo que sea menester" sino "lo que se ame en Ester".

miércoles, 1 de agosto de 2012

Novedades

[1/8/2002]

Hay novedades en el sitio de Graciela Montes, que me ocupo de mantener en la Web. Entre otras cosas:
A estas alturas, el sitio contiene toneladas de información de muy buena calidad. Hay que decir que Graciela adoptó con entusiasmo las mejores prácticas para la Web: contenidos reales, lenguaje propio, facilidad de uso, actualización periódica, y varias características más de las que suelen faltar en muchos sitios. Es un gusto ser parte de eso.

[1/8/2012]

Como ya comenté por acá, hace años que el sitio de Graciela Montes dejó de estar disponible. Una gran pena.