Con respecto a la vulnerabilidad: el mar es un lugar paradójico. El golpe de la ola, la zambullida, dan una sensación de ser fuerte, una repentina comprensión de que hay un cuerpo por abajo del cerebro. Y a la vez, se siente una fragilidad extrema convertido en un puntito en la costa de ese espacio a todas luces infinito.
Uf, hace unos años que no hago eso. Espero despertar pronto.
ResponderEliminarEsperar la ola y antes de que rompa tirarse de cabeza.Pasaron muchos años pero sigue siendo impresionante.
ResponderEliminarMe encanta el comentario. Hoy me siento vulnerable. Saludo y sonrisa.
ResponderEliminarle temo al mar...
ResponderEliminarCon respecto a la vulnerabilidad: el mar es un lugar paradójico. El golpe de la ola, la zambullida, dan una sensación de ser fuerte, una repentina comprensión de que hay un cuerpo por abajo del cerebro. Y a la vez, se siente una fragilidad extrema convertido en un puntito en la costa de ese espacio a todas luces infinito.
ResponderEliminarEduardo: ¿Todo eso pensás a las 06:57 AM?
ResponderEliminarNo, Marcial, esas son las cosas con las que sueño, y a las 05:57 AM están listas para que las transmita.
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