[3/2/2003]
Voy a comprar shampoo. Encuentro hileras de marcas y submarcas complejas y muy parecidas entre sí, con fotos de chicas de cabellos espléndidos, todo en variantes que dependen de qué es lo más reciente que se hizo cada mujer en la peluquería. Leo la letra chica de las descripciones con los anteojos puestos, buscando algo que remotamente se parezca a lo que me hace falta (cabello más bien normal, canoso, cinco centímetros de largo, sin mucho sol, sin tintura, sin permanentes, sin planchar, y por suerte sin calvicie). Tras un largo rato tomo la única decisión posible: vuelvo a casa y me lavo el pelo con jabón.
Singing Banzo dice:
ResponderEliminar03/02/2003 a las 20:05
Estoy con vos. Aunque en vez de jabón opté por el más trucho de los champuses.
Eduardo dice:
03/02/2003 a las 22:49
Sí, pero hasta los más truchos traen fotitos de mujeres recién salidas de la peluquería, con “pelo teñido sufrido seco bífido repugnante” o lo que sea.