[6/3/2003]
Afuera sigue casi a oscuras. La luz de la habitación está apagada. El monitor se refleja de costado en el vidrio de la ventana, como la continuación deforme de otra ventana en el edificio de enfrente. Hay tres zumbidos en frecuencias diferentes: el de la computadora, el de un colectivo que pasa por Crámer y el de un avión que se parece a una luciérnaga en el cielo previo al amanecer. El día empieza con la fuerza de una manada de elefantes en cámara lenta.
Luisa dice:
ResponderEliminar06/03/2003 a las 12:27
Y yo, durmiendo.
Eduardo dice:
06/03/2003 a las 14:22
No me digas que te lo perdiste…
Nicolás dice:
06/03/2003 a las 14:41
¿”un avión que se parece a una luciérnaga en el cielo”? Mmmm.
N.
Eduardo dice:
06/03/2003 a las 16:13
Y bueno, a mí no se me aflojan los tornillos, se me aflojan las metáforas.
Pero la verdad es esta: estaba mirando por la ventana un poquito antes de las seis y media, el cielo azul oscuro, casi de noche. Oía el zumbido del avión pero no lo podía ver. Y de pronto encuentro una lucecita que se prende y se apaga, se prende y se apaga, mientras anda por el aire. Me di cuenta enseguida de que era el avión (no estaba ni dormido ni borracho), pero por algún motivo me imaginé una luciérnaga. Y lo digo en serio. Lo único problemático era que esta luciérnaga andaba en línea recta, cosa no muy común para esos bichos. Pero durante un par de segundos la ilusión fue intensa.
Polo dice:
07/03/2003 a las 0:04
Buenosaire es una de las ciudades más lindas y esotéricas a esa hora. Hay algo que siempre recuerdo con una cierta “ternura mística” y es caminar por Florida (año 1986) a las 5:30 y “ver” amanecer con esa luz “indescribible” de “manada de elefantes en cámara lenta”.
jime dice:
07/03/2003 a las 12:34
alguno de mis días… y sobre todo los viernes empiezan con la fuerza de una manada de demonios de tasmaña…:-)