[4/3/2003]
Seguramente alguien pule algo, allá en el edificio de enfrente. Pero suena como el torno de un dentista a dos metros de distancia. Está ahí desde hace unos diez minutos. Frenadas y aceleraciones, gritos, ladridos de perros, sirenas de ambulancias y policía, ruidos que en general odio, ahora resultan un descanso y los agradezco.
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