[30/6/2002]
Acabo de ir a un kiosco que está a una cuadra y media de casa. En el camino me preguntaron la hora dos veces. Es la escasez de relojes de los domingos a la tarde, un problema creciente del que ya se ha alertado en muchas ocasiones. Considero que el gobierno debería actuar a la brevedad.
No hay comentarios:
Publicar un comentario