[6/6/2002]
Lo bueno, es decir lo satisfactorio, lo que de un modo u otro nos mejora como seres humanos, nos enaltece, nos hace desear este nuevo día que comienza, aquello, decía, que tiene calidad, que responde a necesidades auténticas y no a superficialidad mercadotécnica, lo verdaderamente bueno, si breve, si no excede el mínimo necesario para ser expresado, para transmitir su mensaje esencial, para tomar existencia propia sin rebosar en direcciones inexactas, porque aquí hablamos no sólo de las bondades sino de sus límites, eso, entonces, que cumple ambas condiciones, será dos veces, no exactamente, es una forma de hablar, una figura del lenguaje, una simplificación útil como tantas otras que nos hemos acostumbrado a usar en este mundo tan lleno de metáforas, más o menos dos veces, decía, bueno.
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